Pasó el miércoles sin pena ni gloria, llegó el jueves y, con él, la lluvia: no mucha y tan solo a ratos, pero lo suficiente como para dejar ver a través del ventanal un día gris que invitaba a no pisar la calle.
María Dueñas
Lo repetiré de nuevo: las leyes naturales no conocen excepciones; las leyes artísticas se componen ante todo de excepciones.
Arnold Schönberg
Si pudiera coger un simple momento con las manos...
Bruce Springsteen
Hay gente que tiene inclinaciones por la política. Yo estoy muy ocupado con la arquitectura.
Clorindo Testa
Un milagro es la violación de las leyes de la naturaleza.
David Hume
Resultaba emocionante descubrir esa camaradería entre almas gemelas, y ésta es una de las cosas que me abocaron a convertirme en músico.
Eric Clapton
Una buena sardina es mejor que una mala langosta.
Ferran Adrià
Conocí mi pueblo cuando me fui. Empezás a extrañar las piedritas, los huellones, el barro, el arroyo; y no es nostalgia, es empezar a conocer simplemente las cosas en las que uno no se había fijado antes.
José Larralde
Como si se pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio.
Julio Cortázar
Cuando alguien te quita lo que amas, quieres saber la verdad.
Matt Damon
El amor es un animado duendecillo bailando una pequeña y alegre giga, entonces de repente se vuelve hacia ti con una metralleta en miniatura.
Matt Groening
Tiene que poner a la familia en primer lugar. Ellos están antes incluso que su carrera.
Meg Meeker
Conocerse a sí mismo no es garantía de felicidad, pero está del lado de la felicidad y puede darnos el coraje para luchar por ella.
Simone de Beauvoir
Te sientas frente a un tablero y repentinamente tu corazón brinca. Tu mano tiembla al tomar una pieza y moverla. Pero lo que el ajedrez te enseña es que tú deber permanecer ahí con calma y pensar si realmente es una buena idea o si hay otras ideas mejores.
Stanley Kubrick
Se levantó, y dudó-. Una pregunta. Y nada de respuestas graciosas, si no le importa -dijo-. Dígame por qué ayudó a Ladrillo. ¿Por qué debería importarle un embarrado troll de cuneta?
Terry Pratchett
El licor con aroma a enebro había volatilizado sus pensamientos; pensaba que la locura había inducido a este hombre a llamarse a sí mismo rey, y simultáneamente, que el reino lo había llevado a la locura.
Ursula K. Le Guin