Yo he disfrutado de mi vida.
María Conchita Alonso
Casi siempre es el miedo de ser nosotros lo que nos lleva delante del espejo.
Antonio Porchia
Sólo el que cae puede dar a otros el edificante ejemplo de volverse a levantar.
Arturo Graf
La religión no se suprime suprimiendo la superstición.
Cicerón
Sentía la ternura y el respeto del que besa a quien ama.
Dolores Redondo
Lo cogí, sí, y es fácil imaginar con qué pasión; pero al cabo de un minuto comencé a darme cuenta de lo que en realidad tenía entre mis brazos. Estábamos solos, el día era apacible, y su pequeño corazón, desposeído, había dejado de latir.
Henry James
Me quedé más sólo que Videla en el día del amigo.
Jacobo Winograd
Amar es, en su esencia, el proyecto de hacerse amar.
Jean-Paul Sartre
Cada libro es obediencia a una obsesión que buscaba agotarse.
Juan Gelman
Pájaro preso, en tus ojos la envidia de los insectos.
Kobayashi Issa
De fútbol es muy poca la gente que entiende, pero es mucha la gente que opina. Entonces, cuando uno explica las situaciones que no dejan que un grupo triunfe, siempre les parece insuficiente el mensaje y siempre creen que en el mensaje hay un contenido encubierto.
Marcelo Bielsa
- ¿Qué es un aquelarre? - Pues como un botellón pero en la Edad Media.
Mario Casas
El fanatismo aparece donde un genio se rodea con un manojo entero de idiotas.
Paul Carvel
Soy yo quien no busco la riqueza; el mando militar lo rechazo; la fornicación la aborrezco; no me dedico a la navegación llevado por codicia insaciable; huyo de la vanagloria. Veo que uno solo es el sol para todos, una sola también la muerte, ora a través del placer, ora de la indigencia.
Taciano
No basta con que digamos: Yo amo a Dios pero no amo a mi prójimo. San Juan dice que somos mentirosos si afirmamos que amamos a Dios y no amamos a nuestro prójimo. Es muy importante para nosotros darse cuenta de que el amor para que sea auténtico tiene que doler.
Teresa de Calcuta
Algunos se rinden con un suspiro de resignación. Otros luchan un poco, y luego pierden esperanzas. Otros, y me incluyo entre ellos, nunca se rinden. Luchamos y luchamos y luchamos. Luchamos no importa lo que cueste la batalla, las pérdidas, la poca probabilidad de vencer. Luchamos hasta el final. No se trata de coraje. Es algo constitucional, una incapacidad de abandonar. Tal vez sólo se deba a la sandez de ansiar la vida.
Yann Martel