Me he limitado casi siempre a complicidades banales, por un terror oscuro a enamorarme y sufrir. Basta con ser prisionero de un instinto, no quiero serlo también de una pasión, y creo sinceramente que no he amado nunca.
El escritor es un hombre sorprendido. El amor es motivo de sorpresa y el humor, un pararrayos vital.