La locura es como la comprensión. No se la puede explicar. Exactamente como la comprensión. Se te viene encima, te llena y entonces se la entiende. Pero cuando le abandona a uno, ya no se la puede entender en absoluto.
Marguerite Duras
Tu forma de hablar -dije- Es sin duda un trabajo hecho a mano por la sabiduría, porque no he entendido ni una palabra.
Brian O'Nolan
El alma está en el cerebro.
Eduardo Punset
Agitando la jaula de luciérnagas la puse ardiendo ellas estuvieron a oscuras.
Hashimoto Takako
Conocí el bien y el mal, pecado y virtud, justicia e infamia; juzgué y fui juzgado, pasé por el nacimiento y la muerte, por la alegría y el dolor, el cielo y el infierno; y al fin reconocí que yo estoy en todo y todo está en mi.
Inayat Khan
¿Nos damos cuenta que somos esclavos de la palabra? El comunista es esclavo de las palabras "Marx", "Stalin", etc. Y el llamado cristiano es esclavo del símbolo, la cruz, y todo el juego de las palabras relativas a eso. Id a Roma, id a cualquier parte, y todo lo que hay es la palabra.
Jiddu Krishnamurti
Soy un hombre violento que ha aprendido no a ser no violento y que lamenta su violencia.
John Lennon
Siento que es la dirección de un talento nato.
Jordana Brewster
El genio es excelente por su moral, o no es genio.
José Ingenieros
Un hijo es una pregunta que le hacemos al destino.
José María Pemán
Cada suspiro es como un sorbo de vida del que uno se deshace.
Juan Rulfo
Lucille fue la primera canción que me dio vuelta la cabeza, me hizo pensar: el rock esta aquí.
Keith Richards
- Cálmate, viejo. No sé adonde está. Tienes mi palabra. - Eso es un verdadero consuelo, Vincent, saber que tengo tu palabra.
Kiefer Sutherland
Esta noche se oirá dentro de tu piel. No hay ningún momento, que se pueda comparar al amor.
Luis Alberto Spinetta
El colmo de la infelicidad es ciertamente no ya deleitarse en las cosas vergonzosas, sino complacerse en ellas; cuando aquellos que fueron vicios se transforman en costumbres ya no hay remedio.
Séneca
Mickey Mouse apareció salió de mi mente en una libreta de dibujo, en un tren de Manhattan a Hollywood, en un momento en que la empresa de mi hermano Roy y mía estaba en el punto más bajo y el desastre parecía a la vuelta de la esquina..
Walt Disney