Yo soy la maldita Harley Quinn.
Margot Robbie
El objetivo del juego no es la victoria, sino el arte.
Alexander Alekhine
La polisemia del lenguaje constituye el combustible del pensamiento.
Eugenio Trías
Todo lo mortal el tiempo corta.
Francesco Petrarca
Yo debo de ser un loco; en todo caso, si estoy cuerdo, los demás no deberían tampoco andar sueltos.
George Bernard Shaw
El artista sólo ve verdades antiguas con una nueva luz, porque no hay nuevas verdades.
Henri Matisse
El pensamiento, el deseo es ser campeón del mundo, lo del quinto partido, cuartos de final no existe en mi mente, sólo ser campeón.
Hugo Sánchez
Cada estudiante que entra en una carrera científica, sobre todo si lo hace en un período algo más avanzado de la vida, se encuentra no sólo que tiene mucho que aprender, sino también mucho que desaprender.
John Herschel
Las horas que he pasado ahí. Es por eso que los jardines de las casas que he hecho son solo intentos; quiero repetir en estos ambientes todos los felices momentos de los antiguos. Ha querido conocer los secretos que guardan esos maravillosos patios ajardinados de las viejas casonas.
Luis Barragán
No puede construirse una felicidad sino sobre los cimientos de una desesperación.
Marguerite Yourcenar
Tú necesitas ser tú mismo.
Max Lucado
Poco a poco empiezas a comprender, que no eres la mitad de la mujer que fuiste ayer.
Nach
El Barça de Guardiola ha hecho mucho daño al fútbol de Segunda B.
Pep Guardiola
Todos los defectos que pueden tener las mujeres, todos los extravíos de que su fragilidad pueda ser responsable, pesan menos para un hombre imparcial y prudente, que las amarguras que devora su corazón cuando ama.
Severo Catalina
Una de las peculiares desventajas que ofrece el mar está en el hecho de que, luego de haber logrado pasar una ola, se descubre que hay otra detrás, tan importante como la anterior y que posee la misma impaciencia nerviosa por hacer algo eficaz con relación a las embarcaciones a punto de naufragar.
Stephen Crane
Los padres, o por tener más experiencia que los hijos, o por ser hechura suya y conocer sus inclinaciones, o por haberlos criado y conocer de qué pie cojean, o por el amor entrañable que les tienen, son algo profetas de los bienes o de los males de los hijos.
Vicente Espinel