Frase de Marco Materazzi

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Le agarré la camiseta apenas unos segundos, Zidane se volvió y me dijo muy arrogante, mirándome de arriba a abajo, que si quería su... - Marco Materazzi

Le agarré la camiseta apenas unos segundos, Zidane se volvió y me dijo muy arrogante, mirándome de arriba a abajo, que si quería su camiseta me la daría después, y le respondí con un insulto, es verdad.

Marco Materazzi

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Explorar Frases

Creo que tenemos que aprovechar los días que nos quedan.

Alan Arkin

Mi árbol brotó... Mi infancia pasó... Hoy bajo su sombra que tanto creció... Tenemos recuerdos mi árbol y yo.

Alberto Cortez

Para vivir como es debido, el breve tiempo de la vida resulta bastante largo.

Cicerón

No enseñar a un hombre que está dispuesto a aprender es desaprovechar a un hombre.

Confucio

Está bien ser normal cuando has decidido ser normal, ahora ¿está bien ser normal cuando soñaste con ser especial?

El Chojin

Cuando tengas que disparar, dispara, no hables.

Eli Wallach

Es sin duda más fácil imponer silencio al error que demostrar la verdad.

José Moreno Nieto

Es una ingenua página de la Biblia el paisaje...

Julio Herrera y Reissig

No se dirá que el movimiento de liberación ruso será aplastado por el pueblo alemán, que posee la más grande y la más fuerte organización del proletariado internacional.

Karl Liebknecht

Muchos pensaban... Que los horrores de la segunda guerra mundial... No se podrían repetir. Y sin embargo se han repetido en Camboya, en Bosnia y Herzegovina, en Ruanda. Nuestra época nos ha demostrado que la capacidad del hombre para la maldad no conoce límites.

Kofi Annan

Me molesta perder, como a todos. Pero separo las cosas. No me como la cabeza por tonterías. La filosofía es clara: mañana empieza el día de nuevo.

Manuel Preciado

Sólo los necios se encuentran satisfechos y confiados con la calidad de su trabajo.

Mercedes Milá

Hizo listas de las personas con las que había dormido. Puso en rojo los nombres de aquellos que resultaron heridos. Su apellido figura una vez de cada cinco o seis en un rojo tan vivo que al mirarlo dolía. Él lloraba y gemía al pensar que le quedaban aún otros tres días... de El Tercer Dia, El Manifiesto Desastre.

Nacho Vegas

La gente se interesa y están dispuesta a ayudarme con mis circunstancias desesperadas.

Sam Worthington

La masturbación no mitiga la nocividad de la continencia más que en una muy escasa proporción.

Wilhelm Reich