No presumo de ser poderoso, pero en la adversidad es cuando mayor fuerza reconozco dentro mío. Aparte, llevo toda mi vida observando a aquellos que gestionan la adversidad, que es de quienes verdaderamente se aprende. Extrañamente, todos sobre-observamos a los victoriosos, y quienes merecen ser observados son aquellos que tramitan la adversidad, así que estoy en un escenario que me es habitual, y el que he recorrido con mi cuerpo, y en cuerpo ajeno, infinidad de veces.