Creo que desperdiciamos 80 días, porque proyectar es parte del éxito. Proyectar con acierto, contemplar con acierto, imaginar lo que va a suceder, y articular respuestas prestablecidas, es parte del éxito. Nosotros imaginamos una realidad que en este momento sería absurdo no reconocer que está desvirtuada, porque todos los días se agrega una dificultad diferente a lo que estamos llevando a cabo. Eso no quiere decir que no podamos intentar con muchísima ilusión y entusiasmo lo que esperan de nosotros. Lo que no podemos hacer es seguir ignorando la situación.