Como todos, pierdo mucho más que lo que gano. Entonces esa identificación del ganador de turno con los valores es una trampa, una gran trampa porque se venden valores a través de alguien que acaba de ganar. Entonces el que escucha está tironeado por dos extremos: un extremo son los valores, y el otro extremo es el triunfo. La confusión que genera es que el destinatario del mensaje cree que si aplica determinados valores va a tener éxito, y eso no es cierto, ni es conveniente ni aconsejable.