Tú serás el cincel, noble señora, que labre el mármol del ingenio mío.
Marcelino Menéndez Pelayo
No lleves la corriente a nadie, ni por cortesía ni por cuquería. O calla o di tu verdad.
Ángel Ossorio
Tengo claro que debo entrenar duro y cuidarme mucho para seguir con mi progresión puesto que hay cosas en las que puedo mejorar.
Cristiano Ronaldo
Les dije que por ser mujer me iba a costar más.
Cristina Fernández De Kirchner
La sociedad es muy compleja, y cada vez es más y más complicada. Y la capacidad colectiva de la gente para hacerle frente a esta realidad cada vez más compleja no crece, hasta el punto que puede llegar un momento en que nos supere completamente, que las instituciones que tenemos no puedan afrontar los cambios con la velocidad y la capacidad necesarias.
Douglas Engelbart
Las masas perdieron su carácter poético con el cristianismo. No me hable usted de los tiempos modernos, a propósito de lo grandioso. No dan ni para satisfacer la imaginación de un folletinista de la peor calaña.
Gustave Flaubert
El tabique que separa la sana autoconfianza de la insana arrogancia es realmente muy fino.
Haruki Murakami
Malos testimonios son los ojos y las orejas para quienes no entienden su lenguaje.
Heráclito
La alta alcurnia y las hazañas meritorias, si no van unidas a la riqueza, son tan inútiles como las algas marinas.
Horacio
El que quiere adoptar el continente de, un hombre orgulloso, debe ocultar su vanidad.
Jonathan Swift
El que pretende enriquecerse en un día, se verá apremiado durante un año.
Leonardo da Vinci
Cinco minutos bastan para soñar toda una vida, así de relativo es el tiempo.
Mario Benedetti
Lo que más me costaba era dejar aquella vida, me gustaba esa vida, nos trataban como a estrellas de cine peligrosas, teníamos todo sólo con pedirlo.
Ray Liotta
Las fronteras son dibujos en mapas que aún no puedo entender.
Ricardo Arjona
Lo que piensa una mujer nunca es sencillo y, con frecuencia, es su misterio; eso sí, un misterio hermoso.
Santiago Posteguillo
La humanidad tiene tres grandes enemigos: la fiebre, el hambre y la guerra, de los cuales el mayor, por mucho, es la fiebre.
William Osler