Cuando una se acostumbra al horror, éste deja de verse, por tanto de existir. El horror mismo lleva a perder las proporciones del horror.
Marcela Serrano
Cuando a la casa del lenguaje se le vuela el tejado y las palabras no guarecen, yo hablo.
Alejandra Pizarnik
Si no te quieren como tú quieres que te quieran, ¿de qué te sirve que te quieran?
Amado Nervo
Una habilidad mediana, con esfuerzo, llega más lejos en cualquier arte que un talento sin él.
Baltasar Gracián
Cuando los hombres controlen los gobiernos, los hombres no necesitarán gobiernos. Hasta entonces estamos jodidos.
Charles Bukowski
Tuve por maestro a la desgracia y me ha servido de mucho.
Confucio
Estoy muriendo, y aun la vida temo; témola con razón, pues tú me dejas; que no hay, sin ti, el vivir para que sea.
Garcilaso de la Vega
A usted no la creímos, creímos a sus 200 dólares. Nos pagó más que si hubiese dicho la verdad y lo bastante más como para que no importara.
Humphrey Bogart
Pienso dónde no soy, ergo soy dónde no pienso.
Jacques Lacan
Todos los jefes de los bárbaros conducen su ejército ocupando el centro, porque creen que en esta posición se hallan en la zona más segura, si sus fuerzas están a uno y otro lado, y que, si necesitan dar alguna orden, el ejército se entera en la mitad de tiempo.
Jenofonte
Con el genio se inician las grandes obras, pero sólo con el trabajo se les acaban.
Joseph Joubert
No necesito estar dormido para soñar con mierdas.
Josh Homme
Si Lacan reconoce que la homosexualidad de la mujer procede de una heterosexualidad decepcionada -como se afirma que lo demuestra la observación-, ¿No sería igual de evidente para el observador que la heterosexualidad procede de una homosexualidad decepcionada?
Judith Butler
Los gobiernos ilustrados, conociendo las ventajas que prometen el premio y el honor, han echado mano de estos principios motores del corazón humano para todas las empresas.
Manuel Belgrano
Si ayudo a una sola persona a tener esperanza, no habré vivido en vano.
Martin Luther King
Me casé para vivir juntos, pero ninguno se lo tomó muy en serio.
Orson Welles