El enamorado celoso soporta mejor la enfermedad de su amante que su libertad.
Marcel Proust
La soberbia no es grandeza sino hinchazón; y lo que está hinchado parece grande pero no está sano.
Agustín de Hipona
El huevo tiene una forma perfecta a pesar de que se hace con el culo.
Bruno Munari
No son los eventos a ser indiferentes, somos nosotros los que no somos capaces de quitarles el hábito de ser indiferentes.
Emmanuel Mounier
Los sueños son expresiones llenas de sentido y significado de todas las clases de actividades mentales, que se producen cuando dormimos.
Erich Fromm
Los medios de seguridad mecánicos son medidas constructivas que un delincuente sólo puede superar mediante la fuerza y dejando rastros de violencia.
Ernst Neufert
Hay tantas cosas para gozar y nuestro paso por la tierra es tan corto, que sufrir es una pérdida de tiempo. Tenemos para gozar la nieve del invierno y las flores de la primavera.
Facundo Cabral
Coartar los intercambios, destruir la libertad de escoger so pretexto que los hombres pueden equivocarse, en nada mejoraría las cosas, a menos que pueda demostrarse que el agente encargado de aplicar las coerciones está exento de la imperfección de nuestra naturaleza, es ajeno a nuestras pasiones y nuestros errores y no pertenece a la humanidad.
Frédéric Bastiat
Las ideas dominantes de una época siempre fueron sólo las ideas de una clase dominante.
Karl Marx
La sensación es el órgano de lo absoluto.
Ludwig Feuerbach
La tarea más difícil del presidente no es hacer lo correcto, sino saber qué es lo correcto.
Lyndon B. Johnson
Decir la palabra verdadera transforma el mundo.
Paulo Freire
No le quite años a su vida, póngale vida a los años, que es mejor.
Ricardo Arjona
Hermosas son las estaciones todas para el mortal que en sí guarda la dicha.
Rosalía de Castro
Dichosos aquellos antepasados nuestros que perdieron su vida por mantener incólume la independencia de Vizcaya (Bizkaia).
Sabino Arana
- Es usted un demonio. - Lo confieso. - Entonces ya tengo otro motivo para no verle más. Por la salvación de mi alma.
Teresa Cameselle