En cuanto somos desdichados, nos volvemos morales.
Marcel Proust
Ya será, pues, el momento de que examinemos las cosas que ellos atribuyen a Dios y que, sin embargo, no le pertenecen, como es omnisciente, misericordioso, sabio, etc.
Baruch Spinoza
Luego de tomada una resolución, voy derechamente a mi objetivo, derribando cuanto me cierra el paso.
Cardenal Richelieu
No habrá tranquilidad en el mundo, ni equilibrio inestable en la sociedad, mientras los hombres, condenados en número infinito a la miseria, no tengan todos, después de la diaria tarea, un momento de descanso para regenerar el vigor y mantenerse así con la dignidad de seres libres y pensantes.
Élisée Reclus
Todo lo feo debilita y deprime al hombre. Le sugiere la decadencia, el peligro, la impotencia.
Friedrich Nietzsche
Si le doy de comer a los pobres, me dicen que soy un santo. Pero si pregunto por qué los pobres pasan hambre y están tan mal, me dicen que soy un comunista.
Hélder Câmara
Eran sus ojos de cielo el ancla más linda que ataba mis sueños.
Homero Expósito
Apenas es amor aquel que desconoce la dulzura de perdonar.
John Greenleaf Whittier
Era un escritor con una gran imaginación: Imaginaba que todos sus libros se venderían.
José O. Caldas
Yo siempre he querido tener mis emisoras para que nadie me callara.
Luis del Olmo
Cuando eso se logre, un mercado competitivo de educación privada al servicio de padres que tienen la libertad de escoger la que consideran es la mejor escuela para cada uno de sus hijos demostrará cómo se revolucionará la educación.
Milton Friedman
Una sociedad que priorice la igualdad por sobre la libertad no obtendrá ninguna de las dos cosas. Una sociedad que priorice la libertad por sobre la igualdad obtendrá un alto grado de ambas.
Para el logro del triunfo siempre ha sido indispensable pasar por la senda de los sacrificios.
Simón Bolívar
Ella es sagrada para mí. En su presencia desaparecen todas las penas, confusiones, fantasías.
Ugo Foscolo
Si sólo deseo lo que depende de mí, ¿quién podrá esclavizarme?
Walter Riso
Hay muchos que sólo saben lo que otra gente dice.
William Carleton