Como las olas del mar, los días y las horas baten nuestro espíritu llevando en su seno un dolor o un placer determinado que siempre acaba por pasar de largo.
Manuel Vicent
Que nadie pueda olvidar lo hermoso que sería si, para cada mar que nos espera, hubiera un río para nosotros. Y alguien, un padre, un amor, alguien- capaz de cogernos de la mano y de encontrar ese río de imaginarlo, inventarlo- y de depositarnos sobre su corriente, con la ligereza de una sola palabra, adiós.
Alessandro Baricco
El diseño depende en gran medida de las limitaciones.
Charles Eames
Básicamente, componer es como pintar: es usar un espacio. Es como dibujar.
Charly García
- ¡Marty, tienes que venir conmigo! - ¿A dónde? - ¡De regreso al futuro!
Chris Lloyd
Los locos más peligrosos son los creados por la religión.
Denis Diderot
El ser humano nunca se excede en su lealtad.
Francisco Garzón Céspedes
Para los europeos América del Sur es un hombre de bigotes, con una guitarra y con un revólver.
Gabriel García Márquez
El corazón es una tierra que cada pasión conmueve, remueve y trabaja sobre las ruinas de las demás.
Gustave Flaubert
El científico no estudia la naturaleza por la utilidad que le pueda reportar; la estudia por el gozo que le proporciona, y este gozo se debe a la belleza que hay en ella... La belleza intelectual se basta a sí misma, y es por ella, más que quizá por el bien futuro de la humanidad, por lo que el científico consagra su vida a un trabajo largo y difícil.
Henri Poincaré
El pensamiento sin poesía y la vida sin eternidad son como un paisaje sin cielo: nos ahogamos en ellos.
Henri-Frédéric Amiel
El verdadero problema ético no es la moral, sino la acción individual.
Horst Matthai Quelle
Ser valiente no requiere cualidades excepcionales. Es oportunidad que a todos se ofrece. A los políticos especialmente.
John F. Kennedy
Lo que realmente nos separa de los animales es nuestra capacidad de esperanza.
José Saramago
Puedo atravesar el infierno de nuevo y sé que ella estará esperándome del otro lado.
Kris Buendia
Atrás la tierra, el agua, el fuego, el aire: dejad que diga el pensamiento solo la flor sin cuerpo de mi voz desnuda.
Sara De Ibáñez