Herir con un mismo golpe al inocente y al culpado, obra es de la demencia o la barbarie.
Manuel Tamayo y Baus
¿A la política se dedican quienes no sirven para otra cosa?
Antonio Gala
México entendió que la crítica es un acto de amor, y el silencio una condena de muerte.
Carlos Fuentes
Me quisieron contratar para la boda de un ruso, y dije que no. Entonces te ofrecen más. Vuelves a decir que no, y siguen subiendo la oferta. Te cansas y pides una cantidad dan demencial que, si dicen que sí, accedes. Y eso pasó. Fue muy fuerte. Sobre todo, porque en mi carrera nunca había hecho algo solo por dinero.
Enrique Iglesias
Templanza es moderación en el uso de lo bueno y abstinencia total de lo malo.
Frances Willard
El hombre es un ser imaginario.
Gaston Bachelard
¿Debo esconderme ante ti de mi admiración sucesiva por las religiones diversas de los países que he recorrido? Sí, me he sentido pagano en Grecia, musulmán en Egipto, panteísta en medio de los drusos y devoto sobre los mares de los astros-dioses de la Caldea; pero en Constantinopla comprendí la grandeza de esa tolerancia universal que ejercen hoy los turcos.
Gérard de Nerval
Hacemos cosas que no se pueden traducir en palabras.
Haruki Murakami
Matan miles de árboles para hacer malos periódicos.
James Watt
¿Viste cómo alzaron aquel edificio de grandeza imponente? ¡A fuerza de cosas pequeñas!
Josemaría Escrivá de Balaguer
Tenía que aprender que quienes le trataban de forma hostil lo hacían debido a su propia debilidad.
Ken Follett
Crea suficiente hambre y todos se volverán criminales.
Liam Neeson
La pseudociencia es siempre peligrosa porque contamina la cultura y, cuando concierne a la salud, la economía o la política, pone en riesgo la vida, la libertad o la paz.
Mario Bunge
La opinión de toda una multitud es siempre más creíble que la de una minoría.
Miguel de Unamuno
No dudaría un momento en renunciar si los trabajadores, los campesinos, los técnicos y profesionales de Chile así me lo demandaran o sugirieran.
Salvador Allende
Los ojos no pueden ver bien a Dios, sino a través de lágrimas.
Victor Hugo