Porque te amé, porque te idolatré, por eso empiezo a odiarte. No se aborrece a una mujer sin haberla querido mucho primero.
Manuel Tamayo y Baus
Las mujeres conducen mejor que los hombres, y mi vuelo alrededor del mundo no hará sino probarlo.
Amelia Earhart
Soy vulnerable a tu lado más amable, soy carcelero de tu lado más grosero, soy el soldado de tu lado más malvado y el arquitecto de tus lados incorrectos.
Andrés Calamaro
Abzurdah es la desgarradora historia de una niña-mujer que cayó en la trampa de la perfección.
Cielo Latini
Nadie puede herirte sin tu consentimiento.
Eleanor Roosevelt
La fraternidad es, no hay duda, la base de toda sociedad, la condición primera para el progreso social, pero no el progreso. Lo hace posible, le suministra los elementos indispensables, pero no lo define.
Giuseppe Mazzini
En cuanto comienza hablar el hombre, empieza ya a desbarrar.
Goethe
Si murmurar la verdad aún puede ser la justicia de los débiles, la calumnia no puede ser nunca más que la venganza de los cobardes.
Jacinto Benavente
Siempre toma el camino más digno.
John C. Maxwell
Sólo hay una regla para todos los políticos del mundo: no digas en el poder lo que decías en la oposición.
John Galsworthy
Y no importa que el viento olvide mi nombre y pase dando gritos burlones como un campesino ebrio que vuelve de la feria, porque ella y yo estamos ocultos en la secreta casa de la noche.
Jorge Teillier
Unilateralidad significa pensar en términos absolutos, es decir, enfocar los problemas metafísicamente.
Mao Zedong
Sólo un hábito puede dominar otro hábito.
Og Mandino
¿Qué mejor retrato de un escritor que mostrar a un hombre que ha quedado embrujado por los libros?
Paul Auster
No se nace mujer: llega una a serlo. Ningún destino biológico, físico o económico define la figura que reviste en el seno de la sociedad la hembra humana; la civilización en conjunto es quien elabora ese producto intermedio entre el macho y el castrado al que se califica como femenino.
Simone de Beauvoir
Toda obra de arte tiene un autor, pero cuando es perfecta, sin embargo, tiene algo de anónima. Imita el anonimato del arte divino. La belleza del mundo, por ejemplo, es muestra de un Dios a la vez personal e impersonal, y ni lo uno ni lo otro.
Simone Weil