No es más que un hombre pero que su amor a la patria le quita todo miedo, ése es su secreto, el afán de luchar por su patria lo vuelve invencible, como un dios, porque desconoce el miedo.
Manuel Puig
Los libros son, entre mis consejeros, los que más me agradan, porque ni el temor ni la esperanza les impiden decirme lo que debo hacer.
Alfonso V de Aragón
El noble no expresa nunca su parecer sobre las cosas que no comprende. Busca la máxima precisión en sus palabras; esto es lo más importante.
Confucio
Si el hombre no tiene costumbre de preguntar, yo no puedo hacer nada por él.
Aunque desde el punto de vista intelectual se ha dado un paso adelante, desde el punto de vista práctico no se ha progresado. La mujer está en desequilibrio. Su educación para la acción no va al mismo ritmo que su enriquecimiento intelectual.
Florence Nightingale
La levedad para mí se asocia con la precisión y la determinación, no con la vaguedad y el abandonarse al azar.
Italo Calvino
Algo mejor andaba el mundo y andaban los hombres cuando la amistad tenía más importancia que el amor.
Jacinto Benavente
El amor florece tierra movediza, y es ley de la llama trocarse en cenizas.
José Ángel Buesa
¿No será que la forma más segura de placer es el placer de la ilusión?
Julian Barnes
El espejo sirve solamente a la vanidad del hombre; la mujer lo necesita para cerciorarse de su personalidad.
Karl Kraus
El envase de cualquier refresco enterrado en un estrato a veinte metros de profundidad bajo la civilización que entonces se mueva en la superficie de la tierra estará cargado de misterio y de energía.
Manuel Vicent
El arte tiene la bonita costumbre de echar a perder todas las teorías artísticas.
Marcel Duchamp
Sólo porque vendes muchos discos no te significa que eres bueno. Mira a Phill Collins.
Noel Gallagher
Original: Art imitates Nature, and Necessity is the Mother of Invention.
Richard Franck
Súfranse todas las cosas con suavidad de ánimo, siendo más humana.
Séneca
Fue preciso sucumbir a las supersticiones que, más que nosotros, son quienes gobiernan a las naciones.
Voltaire