Joaquín ahora está muy bien y es más peligroso que un mono con pistolas.
Manuel Preciado
La imagenpoética ilumina con tal luz la conciencia que es del todo inútil buscarle antecedentes inconscientes.
Gaston Bachelard
Haz lo que hay que hacer.
Immanuel Kant
La vanidad objeto en todos los siglos de la profesión de la sabiduría.
Juan Pablo Forner
El deber de una persona era hacer lo mejor con lo que le había tocado en suerte. No tenía sentido preguntarse qué podía haber sido, solía decir, todo lo que importa es lo que es.
Kate Morton
No os dejéis corromper por un escepticismo estéril y deprimente; no os desalentéis ante la tristeza de ciertas horas que pasan sobre las naciones. Vivid en la serena paz de los laboratorios y las bibliotecas. Preguntaos primero: ¿Qué he hecho por instruirme? y, después, al ir progresando. ¿Qué he hecho por mi patria? Hasta que llegue el día en que podáis sentir la íntima satisfacción de pensar en que de alguna manera habéis contribuido al progreso y bienestar de la humanidad.
Louis Pasteur
Llamamos prudencia a la seguridad y a la flojera. Llamamos prudencia al no comprometerse, al no arriesgar nada personal.
Luís Espinal Camps
Debe ser una regla general que los solitarios no simpaticemos. ¿O será que, sencillamente, somos antipáticos?
Mario Benedetti
A la luz de la luna había flores y solo era un campo de algodón.
Matsuo Basho
Mi gobierno, es otro ejemplo de cinismo, un partido socialista que no practica el socialismo.
Nach
Las enseñanzas de los grandes filósofos Sócrates y Platón no pueden, en modo alguno, armonizarse con las del Nuevo Testamento.
Oscar Cullmann
Toma esta rosa, amable cual tú eres; rosa entre rosas bellas la más rosa; diosa en flor entre flores la más diosa de las Musas, la Musa de Citeres.
Pierre de Ronsard
El dinero es el único dios sin ateos.
Roberto Fontanarrosa
La economía de la conexión recompensa al líder, al innovador y al rebelde.
Seth Godin
El trabajo y el amor, estos son los conceptos básicos. Sin ellos hay neurosis.
Theodor Reik
En el momento en que lo vi de lejos, su presencia me invadió... sólo nos saludamos esa noche, entre mucha gente. Pero yo lo miré como si temiera no volverlo a ver.
Victoria Ocampo