El honor y el premio son los resortes para que no se adormezca el espíritu del hombre.
Manuel Belgrano
El primer pecado de la humanidad fue la fe; la primera virtud la duda.
Carl Sagan
Para surcar mejores aguas despliego ahora las velas de la navecilla de mi ingenio, que deja trás de sí un mar tan cruel.
Dante Alighieri
Cuando se necesitan brazos, el socorro en las palabras no sirve de nada.
Esopo
Por encima del talento están los valores comunes: disciplina, amor, buena suerte, pero, sobre todo, tenacidad.
James Baldwin
El papel político-social de la juventud para el perfeccionamiento de la comunidad es esencial porque la juventud es, precisamente, la edad del inconformismo, de la exigencia de perfección, del hambre y de la sed de justicia.
José Luis López Aranguren
"Amarás a tu prójimo..." ¿Y por qué no despreciarás a tu prójimo como a ti mismo?
José Revueltas
Pensar era inútil como desesperarse por recordar un sueño del que sólo se alcanzan las últimas hilachas al abrir los ojos.
Julio Cortázar
Una cualidad que te envidiamos es haber logrado siempre evitar las discusiones - le dicen a Luder. No veo por qué -responde-, entrar en una discusión es admitir por anticipado que tu contrincante puede tener la razón.
Julio Ramón Ribeyro
Siempre hago trampas.
Kyle Chandler
Este medio es poderosísimo, indestructible. Ojalá no la utilicen los políticos para sus afanes y acaben estropeándolo.
Luis del Olmo
Aquel que no odia nada de lo que vive y vive benevolente y compasivo, exento de egoísmos y arrogancias, inconmovible ante el bien y el mal, a ése bien lo amo.
Mahabharata
El optimismo es esencial para el progreso verdadero.
Nicholas Murray Butler
Anhelaba sentir por fin algo concreto en su interior; necesidades definidas que establecieran una clara distinción entre el bien y el mal, entre lo útil y lo inútil; anhelaba una capacidad de elección aun cuando pudiera equivocarse; es decir, prefería en cualquier caso equivocarse a ir por el mundo sólo con la sensibilidad a flor de piel.
Robert Musil
Estamos destruyéndonos a nosotros mismos con eficacia por la violencia disfrazada de amor.
Ronald David Laing
¿Qué te haría pensar eso? - preguntó, una contestación al azar, patética, pensó, que enmascaraba el terror que ahora sentía, que por fin se permitía sentir, y que era miedo a una pérdida de personalidad, de voluntad y dirección, miedo a amarlo como aún lo amaba.
William Gibson