En vano los hombres se empeñan en arrastrar a su opinión a los demás, cuando ella no está cimentada en la razón.
Manuel Belgrano
Yo no entiendo por qué me importa tanto un hombre cuando existen tantas cosas mejores a mano.
Amy Winehouse
En la catástrofe del Prestige sólo hay un culpable: el barco.
Ana Botella
La vida consiste en arder en preguntas.
Antonin Artaud
Recuerdo que el amor era una blanda furia no expresable en palabras. Y mismamente recuerdo que el amor era una fiera lentísima: mordía con sus colmillos de azúcar y endulzaba el muñón al desprender el brazo. Eso sí lo recuerdo.
Eduardo Lizalde
El Cielo ronda tenazmente a aquellos que lo encuentran aquí abajo, y los arrebata.
Emily Dickinson
Señorita, envíe un ramo de rosas rojas y escriba te quiero al dorso de la cuenta.
Groucho Marx
La guerra es el padre y el rey de todas las cosas.
Heráclito
Dave, ¡cierra la maldita boca!
Jeff Hanneman
Lo que yo quiero, Regia de ojos tristes es que mueras por mi.
Joaquín Sabina
Quien cambia felicidad por dinero no podrá cambiar dinero por felicidad.
José Narosky
Todos encontramos buenas excusas para no permitirnos amar, por miedo a sufrir, por miedo a que un día nos abandonen. Y, sin embargo, cuánto amamos la vida, pese a saber que algún día nos abandonará.
Marc Levy
La prosperidad social exige iguales condiciones.
Rafael Barrett
¡Viva mi suerte! Sobre la hierba un día, volveré a verte.
Ramón de Garciasol
Una nación es finalmente la suma de todos los individuos particulares, y según los individuos particulares sienten, piensan, obran, así siente, piensa, obra la nación.
Rudolf von Jhering
La sensación de la distancia depende menos del espacio que del tiempo.
William Somerset Maugham