Tempestades de deseos contra los muros del alba rompen sus olas. Me ciegan los tumultos que levantan.
Manuel Altolaguirre
Tú no puedes ser luz para ti; no puedes, no puedes.
Agustín de Hipona
El horizonte es negro, la tempestad amenaza; trabajemos. Este es el único remedio para el mal del siglo.
André Maurois
Los judíos son, según dicen ellos, el pueblo elegido de Dios. Es muy posible pero difieren los gustos pues no son mi pueblo escogido. Quid multa? Los judíos son el pueblo elegido por su Dios y él es el Dios escogido por su pueblo: lo que a nadie interesa sino a ellos.
Arthur Schopenhauer
Me encanta la atención. Y si veo un grupo de chicas, eso me hace bailar más.
Chris Brown
El más lento en prometer es siempre el más seguro en cumplir.
Claude Lévi-Strauss
Si fuera una genia haría desaparecer a algunos como hacen los genios.
Cristina Fernández De Kirchner
Cambiaría mis 600 programas en laSexta por un solo programa en Telecinco.
El Gran Wyoming
El infinito matemático se da en la realidad... Tenemos, pues, un infinito no sólo de primero sino además de segundo grado y podemos dejar a cargo de la imaginación de los lectores la construcción de nuevos infinitos de un grado más elevado en el espacio infinito, si tienen deseos de hacerlo.
Friedrich Engels
Un país gobernado por la opinión no lo está por la competencia.
Gustave Le Bon
Nada sienta tan bien en la frente del vencedor como una corona de modestia.
Juan Donoso Cortés
No hay más que una alternativa: ¡o la revolución rusa desencadena un movimiento revolucionario en Europa, o las potencias aplastarán la revolución rusa!
León Trotski
Si un Dios crea un mundo de partículas y de ondas, bailando en obediencia con las leyes matemáticas y físicas... ¿Quienes somos nosotros para decir que él no puede hacer uso esas leyes para cubrir la superficie de un planeta pequeño con criaturas vivas?
Martin Gardner
Jamás hubiera creído que es tan complicado mantener a nuestro lado a la persona que más queremos y deseamos en el mundo.
Mathias Malzieu
No sé cuantas cosas se amontonaron en mi soledad. Eran cosas que un hombre jamás se confiesa.
Ricardo Güiraldes
Nadie ha conservado jamás largo tiempo un poder ejercido con la violencia.
Séneca