Encontrarse nuestros ojos.
Manuel Acuña
Me excita poder fallar.
Alejandro González Iñárritu
¡Desgraciado del hombre en el que no quede nada del niño!
Arturo Graf
La hora del amanecer es aquella en que el crimen pesa, la orgía se halla extenuada y hasta la desolación encuentra un albergue.
Benjamin Disraeli
Estaba haciendo gimnasia en un leotardo cuando un armario se me acerca y es como: Es la hora.
Fergie
Las hambrunas, al menos durante el último siglo de nuestra historia no han sido causadas por la falta de alimento. Han sido causadas por la relativa pobreza.
James Gilligan
Cuando una lectura os eleva el espíritu y os inspira sentimientos nobles y valerosos, no busquéis ninguna otra regla para juzgar la obra: es buena y está hecha por una mano de artista.
Jean de la Bruyere
Nuestra tarea, aún no cumplida, consiste en demostrar que la insastifecha aspiración del hombre por el progreso económico y la justicia social puede alcanzarse mejor si los seres humanos trbajan en el marco de unas instituciones democráticas... Vamos a transformar de nuevo el hemisferio occidental en un vasto crisol de ideas revolucionarias y esfuerzos.
John F. Kennedy
Importa, pues, mucho conocer a fondo a este hombre-masa, que es pura potencia del mayor bien, y del mayor mal.
José Ortega y Gasset
Algunas palabras dignas de memoria pueden bastar para ilustrar una gran sensibilidad.
Joseph Joubert
De tanto esperar, olvidó incluso porque esperaba.
Michael Ende
El entusiasmo es el pan diario de la juventud. El escepticismo, el vino diario de la vejez.
Pearl S. Buck
La voz del pueblo es la más sonora salva.
Pedro Calderón de la Barca
No seamos demasiado profundos al analizar la historia, porque, a menudo, las causas son totalmente superficiales.
Ralph Waldo Emerson
La primera enumeración de todos los Libros, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento, está en los cánones de los apóstoles, que se supone fueron compilados por Clemente, el primer obispo de Roma, después de San Pedro.
Thomas Hobbes
La sabiduría no sirve de nada si tú no la diriges.
Tomás de Kempis