Al lado de la dificultad está la facilidad.
Mahoma
El demonio ha puesto un castigo sobre todas las cosas de la vida con las que disfrutamos. O son malas para la salud, o son malas para el alma, o nos engordan.
Albert Einstein
El tiempo es una cierta parte de la eternidad.
Cicerón
El sabio teme la bonanza; empero cuando descarga la tempestad camina sobre las olas y desafía los vientos.
Confucio
Concede a a alguien lo que te pide y lo tendrás en la palma de tu mano.
Dale Carnegie
Cuando uno arriesga no puede evitar los efectos colaterales.
Eloy Moreno
Pero soy un hombre egoísta. Te he deseado desde que caíste en mi oficina. Eres exquisita, honesta, cálida, ingeniosa, seductoramente inocente; la lista es interminable. Te admiro. Te deseo, y la idea de alguien más teniéndote es como un cuchillo girando en mi alma oscura.
Erika Leonard
No hay nada más seductor y esclavizante que la vida humana en el mar.
Joseph Conrad
La sabiduría no nos viene dada, sino que debemos descubrirla por nosotros mismos, después de un viaje que nadie puede ahorrarnos o hacer por nosotros.
Marcel Proust
Es un gesto muy generoso que yo agradezco profundamente pero que a estas alturas ya no va a cambiar nada, yo voy a seguir igual, escribiendo, solo que con la vida un poco más complicada, claro; pero en fin, tampoco me voy a quejar, porque sería un mentiroso.
Mario Vargas Llosa
La gente, en cualquier administración, sin importar lo inteligente o capaz que sea, no trabaja muy racionalmente. Trabajan, en cambio, por sus intereses egoístas.
Norman Mailer
No puedes obligarte a ti mismo a sentir algo que no sientes, pero si puedes obligarte a hacer el bien, a pesar de lo que sientes.
Pearl S. Buck
Es imposible desprenderme de las nostalgias porque es imposible desprenderse de la memoria. Es imposible desprenderse de lo que se ha amado.
Pedro Juan Gutiérrez
El objeto de la guerra no es aniquilar a los que la han provocado, sino hacerles que se enmienden; no destruir a los inocentes y a los culpables por igual, sino salvar a ambos.
Polibio
A los amigos, como a los dientes, los vamos perdiendo con los años, no siempre sin dolor.
Santiago Ramón y Cajal
Ninguna pérdida debe sernos más sensible que la del tiempo, puesto que es irreparable.
Zenón de Citio