Un cobarde es incapaz de mostrar amor; hacerlo está reservado para los valientes.
Mahatma Gandhi
Quiero dedicarme a las políticas de carácter social porque son la expresión más ajustada de una vocación de servicio a los demás.
Ana Botella
Es imposible que un príncipe pueda ocultar sus defectos a los ojos del pueblo.
Federico II
Es sorprendente lo fácil que una mentira se asume como verdadera cuando se impone desde siempre.
Fernando Trujillo Sanz
No nos quedan más comienzos.
George Steiner
Etiqueta ante todo. Mata a su madre pero no se va a poner unos pantalones grises.
James Joyce
Los hombres fuertes son los que se embriagan sin haber bebido.
Jean Dolent
Con el rechazo de los pretendientes, o la salida fuera de los límites, comienza la aventura. Entras en un terreno no protegido, nuevo. No puedes ser creativo a menos que dejes atrás lo limitado, lo fijado, todas las reglas.
Joseph Campbell
La gente que crea cosas en nuestros días puede esperar ser perseguida por gente muy moralista que es incapaz de crear nada. Nunca sabremos cuantas cosas ha abortado nuestro gobierno en nombre de nuestra protección.
Joseph Sobran
Después de todo, la justificación para la lucha se da en el campo sensorial, se utiliza el sonido y la imagen para reclutarnos en una realidad y para hacernos participar en ella. En cierto modo, toda guerra es una guerra sobre los sentidos. Sin la alteración de los sentidos, ningún Estado podría hacer la guerra.
Judith Butler
Sin plegarias, nuestro poder se desvanece.
Liam Neeson
Sembremos la llanura antes de arar la loma.
Pablo Neruda
Sigmund Freud... Analiza esto! Analiza esto! Analiza esto-esto-esto!
Sigmund Freud
Nuestro cuerpo es una maquinaria fenomenal cuyo rendimiento incluso supera al del ordenador más avanzado. Nuestra capacidad de actuar sobre nuestros pensamientos y sentimientos y de hacer que ocurran cosas no tiene igual en ninguna otra especie del mundo.
Stephen Covey
El vino no tiene sabor. La comida te produce náuseas. Parece que nada tiene razón de ser.
Tom Cruise
A menudo nuestro corazón se corrompe a través del oído.
William Shakespeare