No sé de nadie que haya hecho más por la humanidad que Jesús. De hecho, no encuentro nada malo en el cristianismo. El problema está en ustedes los cristianos, pues no viven en conformidad con lo que enseñan.
Mahatma Gandhi
Los ratones no parecían especialmente molestos por este cambio, a excepción del ratón gris de los bigotes negros, cuyo aspecto de profundo malestar llamaba la atención en seguida.
Boris Vian
La máxima victoria es la que se gana sobre uno mismo.
Buda Gautama
Tú eres la inconmovible y desdeñosa, aunque gentil y bella castellana; yo, el trovador que canta al pie del muro sin que se abra a su acento tu ventana.
Estanislao del Campo
El que cree poder hallar en sí mismo bastante caudal como para poder prescindir de todo el mundo, se engaña mucho; empero quien piensa que es imposible prescindir en absoluto de él, se engaña todavía más.
François de La Rochefoucauld
La forma más elevada de vanidad es el amor a la fama.
George Santayana
Un crítico es como un gallo que cacarea mientras otros ponen.
Giovanni Guareschi
La gente aprende cuando quiere, cuando encuentra una motivación.
Javier Cámara
Quien da hace una buena acción; quien presta, un mal negocio.
Jean Petit Senn-Antoine
Cuando la sociedad humana llegue a una etapa en que las clases y los estados sean eliminados, ya no habrá guerras, contrarevolucionarias o revolucionarias, injustas o justas. Esa será la era de la paz eterna para la humanidad.
Mao Zedong
Luna de amor que nunca conociste el ocaso, Que te remontas una y otra vez en el cielo, ¡cuántas y cuántas veces tratarás de buscarme en el mismo jardín, y todo será inútil!
Omar Jayam
Formar parte de la sociedad es un fastidio, pero estar excluido de ella es una tragedia.
Oscar Wilde
El día es perezoso pero la noche es activa.
Paul Eluard
Aún te amo, no sé si por idiota o por romántico, no sé si por novato, o por nostálgico.
Ricardo Arjona
Ninguna orden de inteligencia divina une a las especies. Los lazos naturales son genealógicos junto a caminos contingentes en la historia.
Stephen Jay Gould
A menudo los signos externos, visibles y tangibles, y los símbolos de la felicidad y el éxito aparecen cuando, en realidad, todo eso comienza a decaer; es más, no aparecen hasta entonces.
Thomas Mann