La causa de la libertad se convierte en una burla si el precio a pagar es la destrucción de quienes deberían disfrutar la libertad.
Mahatma Gandhi
El bien público está formado por buen número de males particulares.
Anatole France
Cuántos años aquí, pero en fin, tú eres joven: de otro, serás de otro, como antes de mis besos.
Enrique Lihn
El reconocimiento del individuo como juez supremo de sus fines, la creencia en que, en lo posible, sus propios fines deben gobernar sus acciones, es lo que constituye la esencia de la posición individualista.
Friedrich Hayek
Va mi espada en prenda, voy por ella.
Guadalupe Victoria
La anarquía está en todas partes cuando la responsabilidad no está en ninguna.
Gustave Le Bon
El arte de la Economía consiste en considerar los efectos más remotos de cualquier acto o política y no meramente sus consecuencias inmediatas; en calcular las repercusiones de tal política no sobre un grupo, sino sobre todos los sectores.
Henry Hazlitt
Pagamos de viejos los excesos de la juventud.
J. B. Priestley
Obra de manera que tu regla de conducta pueda ser adoptada como ley por todos los seres racionales.
John Stuart Mill
Yo soy sólo cantor, no soy poeta, ni músico, así que sólo soy un vocero de lo que el poeta toma de su pueblo y lo devuelvo en forma de canción.
Jorge Cafrune
Sería ridículo, absurdo e incluso estúpido hasta más no poder, pretender que el arte permanecerá indiferente a las convulsiones de nuestra época.
León Trotski
El que no vota no tiene derecho a quejarse.
Louis L'Amour
No hay que preguntarse si percibimos verdaderamente el mundo, por el contrario, hay que decir que el mundo es aquello que percibimos.
Maurice Merleau-Ponty
Un hombre nace héroe, su hermano cobarde; los bebés mueren de hambre, los políticos engordan; se martirizan, los hombres santos y los yonkis se vuelven de oro. ¿Por qué? ¡Por la suerte! ¡La suerte estúpida, vulgar, simple, ciega e ignorante!
Tommy Lee Jones
Muero ayer. He nacido mañana. Ando donde hay espacio. Mi tiempo es cuando.
Vinicius de Moraes
Tan imposible es avivar la lumbre con nieve, como apagar el fuego del amor con palabras.
William Shakespeare