Deben odiar el pecado y amar al pecador.
Mahatma Gandhi
Tardó un poco en decir algo. Pensaba en la misteriosa permanencia del amor, en la corriente nunca quieta de la vida.
Alessandro Baricco
Mas... ¿Lo que fue? ¡Jamás se recupera! ¡Y toda primavera que se esboza es un cadáver más que adquiere vida y es un capullo más que se deshoja!
Alfonsina Storni
Todo ya se ha dicho una vez; pero como nadie escucha, hay que decirlo de nuevo.
André Gide
Cuba ha llevado a Haití médicos; Estados Unidos ha llevado militares. ¿Eran necesarios 10.000 militares de Estados Unidos en Haití?
Cayo Lara
Hasta los comentarios jugada a jugada que hace la radio de los home runs y los strike outs llevan unos minutos de retraso. Hasta la televisión en directo lleva un par de segundos de retraso.
Chuck Palahniuk
Que la gracia y la paz se multipliquen entre vosotros de parte de Dios omnipotente por mediación de Jesucristo.
Clemente de Roma
En el majestuoso conjunto de la creación, nada hay que me conmueva tan hondamente, que acaricie mi espíritu y dé vuelo desusado a mi fantasía como la luz apacible y desmayada de la luna.
Gustavo Adolfo Bécquer
La gente no viene a ver los monstruos con el calor del día. Vienen al anochecer. Cuando la oscuridad se asienta y habla de misterios, de lo desconocido. Cuando la lógica afloja su férreo control y la imaginación sale a jugar. La noche permite a las estrellas brillar y nosotros salimos vivos.
Jessica Lange
Cuando un hombre hace dejación de su egoísmo en bien de sus semejantes, siente una infinita alegría, recibe un infinito consuelo, cree que Dios lo corona de gloria y vive más amplia y dignamente.
Juan Ruiz de Alarcón
Todas las profesiones son envidiables; lo único pesado es ejercerlas.
Noel Clarasó
Cuando las voces suaves mueren, Su música vibra aún en la memoria.
Percy Bysshe Shelley
La violencia es un animal incontrolable, que suele terminar atacando a su propio amo.
Renny Yagosesky
Los hijos son las anclas que atan a la vida a las madres.
Sófocles
Quebrantará así la lengua de los charlatanes.
Tales de Mileto
No enciendas tanto la hoguera contra tu enemigo que alcance a quemarte.
William Shakespeare