La victoria obtenida violentamente equivale a la derrota.
Mahatma Gandhi
Si perdieras un tesoro y te encontraras otro, no volverías a esconderlo en el mismo sitio.
Alejandro Casona
No se debe tener ni amor ni odio hacia los hombres que están en el gobierno. Se debe tener para ellos el mismo sentimiento que se tiene por un cochero; conduce bien, o conduce mal, eso es todo.
Alfred de Vigny
La ternura no es una de las cualidades que acostumbremos a asociar a la juventud. La vida nos la inculca a fuerza de golpes, nos hace más dulces y dúctiles de lo que nuestro orgullo juvenil nos había permitido.
Doris Lessing
El yo, no es un ser que permanece siempre el mismo, sino el ser cuyo existir consiste en identificarse, en recobrar su identidad a través de todo lo que le acontece.
Emmanuel Lévinas
No hay hombre ninguno innecesario, todos somos más o menos útiles según determinadas circunstancias.
Francisco de Paula Santander
El consejo, bueno es; pero creo que es de las medicinas que menos se gastan y se gustan.
Francisco de Quevedo
Si el señor Myers sufre algún daño será considerado como una agresión a los Estados Unidos de América.
James Cromwell
Es mejor estar entre dos locos que cerca de un necio.
Joaquín Setantí
Me tomé el tranvía rojo del socialismo y me bajé en la parada independencia.
Józef Pilsudski
La globalización puede llegar a ser como una ola. Tienes que llegar a la cresta para dominarla, o de lo contrario te puede revolcar.
Lourdes Flores
Se deben poner escuelas gratuitas para la niñas, donde se les enseñará la doctrina cristiana, a leer, a escribir, coser, bordar, y principalmente inspirarles amor al trabajo, para separarlas de la ociosidad, tan perjudicial o más en las mujeres que en los hombres.
Manuel Belgrano
Con mujeres el corazón discute, no la mente.
Matthew Arnold
No hay tiempo mejor empleado que el que se invierte en santificar el alma del prójimo.
Pío de Pietrelcina
La religión es de interés público y general, y sobre su apoyo dependerá, en gran medida, la paz y el buen orden de gobierno, la seguridad y la felicidad de la gente.
Samuel Chase
Cuando amamos, el amor es demasiado grande para caber entero en nosotros; irradia hacia la persona amada, encuentra en ella una superficie que lo detiene, lo obliga a regresar hacia su punto de partida y este rebote de nuestro propio cariño es lo que llamamos los sentimientos del otro y que nos fascina mas que en el viaje de ida, porque no reconocemos que procede de nosotros.
Will Rogers