Ninguna provocación puede justificar la brutal matanza de hombres impotentes y a merced de la multitud, cuando la India proclama que es no violenta y quiere ascender al trono de la libertad mediante la no violencia.
Mahatma Gandhi
Ten paciencia, mujer que eres oscura: algún día, la forma destructora que todo lo devora, borrará mi figura. Se bajará a mis libros, ya amarillos, y alzándola en sus dedos, los carrillos ligeramente inflados, con un modo de gran señor a quien lo aburre todo, de un cansado soplido me aventará al olvido.
Alfonsina Storni
Hay dos cosas en la vida que no puedes elegir. La primera son tus enemigos. La segunda, tu familia.
Carlos Ruiz Zafón
No soy un hombre, ni un poeta, ni una hoja, sino un pulso herido que presiente el más alla.
Federico García Lorca
A las personas no se lo podemos prohibir ¿Qué método es ése de prohibirle a la gente que fume?
Fidel Castro
Somos... Sí, lo mismo, con igual destino. Garúa borrosa de un día de abril. Un nido vacío y un viejo camino y un aire de ausencia muy triste y muy gris.
Homero Manzi
Nunca nos faltadinero para nuestros caprichos: sólo regateamos el precio de las cosas útiles o necesarias.
Honoré de Balzac
He sido un experto en autoestima durante años y hay dos cosas que desarrollan la autoestima. Una de ellas es la calidad de las relaciones, donde sientes que eres digno de ser amado y que estás marcando una diferencia en las vidas de los demás. Y la otra es lograr cosas.
Jack Canfield
Cuán presto se va el placer, cómo, después de acordado, da dolor; cómo, a nuestro parecer, cualquiera tiempopasado fue mejor.
Jorge Manrique
Pueblo que se somete, perece.
José Martí
Hasta para no creer en Dios se tiene una idea de Dios.
Julia Navarro
No todo puede ser explicado, medido o razonado. No todo tiene un sentido...
Laura Gallego García
Magaly Solier Romero, Huantina y Peruana deCorazón.
Magaly Solier
Al lado de la dificultad está la facilidad.
Mahoma
No hables, en manera alguna, hasta que tengas algo que decir.
Thomas Carlyle
Porque no sirvo para adular, ni hablar con claridad, ni sonreir a la cara de la gente, halagar, engañar y hacer trampas, doblarme con reverencias a la francesa y simiesca cortesía, he de ser tenido como un enemigo rencoroso.
William Shakespeare