No hagas que un hombre piense demasiado, o puede que busque las respuestas en otro lugar.
Mae West
La democracia es el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo.
Abraham Lincoln
Dígase lo que se quiera, todo requiere un fin en el mundo, y el gran desencanto llega cuando en el fin más alto se descubre el vacío.
Ángel Ganivet
Cuando se sufre sólo hay un remedio eficaz: el trabajo.
Anónimo
Quien ha nacido en nuestros días y retorna a los modos de la antigüedad es un estúpido y labra su propia desgracia.
Confucio
La risa es, por definición, saludable.
Doris Lessing
Quiero decirles la verdad de una humilde mujer del pueblo ¡La primera mujer del pueblo que no se dejó deslumbrar por el poder ni por la gloria!
Eva Perón
De los actos egregios es aguijón el amor, y de alto afecto maestra la beldad.
Giacomo Leopardi
La soledad es tan necesaria a la imaginación, como la sociedad es saludable para la educación del carácter.
James Russell Lowell
Un hombre puede se puede equivocar muchas veces, pero no se convierte en un fracaso hasta que empiece a culpar a un tercero por sus propios errores.
John Burroughs
Toda la felicidad que la humanidad puede alcanzar, está, no en el placer, sino en el descanso del dolor.
John Dryden
Trabaja para ser una persona humilde.
John Templeton
Le prometían todo y no le daban nada. Entonces yo empleé un sistema distinto. No prometer nada y darles todo. En vez de la mentira, decirles la verdad. En vez del engaño, ser leal y sincero y cumplir con todo el mundo.
Juan Domingo Perón
William aborrecía las iglesias. Eran viejas y sombrías, incluso con tiempo bueno, y en los rincones oscuros y los túneles bajos de las naves laterales siempre flotaba ese leve olor a pútrido. Y lo peor de todo era que las iglesias siempre le hacían pensar en los tormentos del infierno y a él le aterraba el infierno.
Ken Follett
La sociedad norteamericana - no sólo sanciona las más burdas e injustas relaciones entre los hombres, sino que las fomenta. ¿Puede alguien negar eso? No. Rivalidad, competencia, envidia, celos, todo lo malo del carácter humano lo alimenta el sistema. Las posesiones, el dinero, la propiedad... Por tan corruptos criterios se miden la felicidad y el éxito.
Philip Roth
Dijiste que estás enamorado de mí desde que tienes uso de razón. ¿Cuándo empezó esa razón?
Suzanne Collins