¡Como que de todos modos te habías de hacer conocer de criatura tan rebelde, de chica tan hostil! ¿Por qué, Dios mío, tanto afán? ¿Qué interés tenías en hacerte conocer de quien ni los mismos seres que pusiste a su cuidado podían tolerar la apatía?
Madre Laura
Para la mayoría de los hombres la guerra es el fin de la soledad. Para mí es la soledad infinita.
Albert Camus
En la vida real, la farsa existe únicamente para los espectadores, nunca para los actores.
Aldous Huxley
Lo último que quiero es entrar a mi casa después de un largo día y ver todos los Grammys y premios. Me haría sentir rara.
Alicia Keys
Duda de todo. Encuentra tu propia luz.
Buda Gautama
Lo que hace que la mayoría de las mujeres sean tan poco sensibles a la amistad es que la encuentran insípida una vez que han probado el gusto del amor.
François de La Rochefoucauld
Siempre hay un niño en el verdadero hombre.
Friedrich Nietzsche
Ni la belleza ni la inteligencia hacen que una mujer viva contenta con su esposo, sino la bondad de carácter, la virtud y el deseo de agradar.
Jeanne Marie Leprince de Beaumont
Entonces, se produjo un cambio de marea en el otro lado. A la derecha, donde luchaban los hombres a caballo, dio la impresión de que el ejército del rey retrocedía. La retirada llegó a convertirse en descarada huida. Fueron muchos los hombres del rey que hicieron volver a sus caballos y empezaron a alejarse del campo de batalla.
Ken Follett
Todo lo que compro es de época y huele raro. Tal vez por eso no tengo un novio.
Lucy Liu
Entre Dios y la ciencia no encontramos jamas una contradicción. No se excluyen, como algunos piensan hoy, se complementan y se condicionan mutuamente.
Max Planck
Manifiéstate en favor de la justicia, sin importar lo que cueste.
Patch Adams
Sólo los culpables se niegan a subir al estrado.
Robert Duvall
De los políticos sólo podíamos esperar el engaño, la única revolución definitiva es la que hace el pueblo y dirigen los trabajadores.
Rodolfo Walsh
Estaba guapísima. De verdad. Llevaba un abrigo negro y una especie de boina del mismo color. No solía ponerse nunca sombrero pero aquella gorra le sentaba estupendamente. En el momento en que la vi me entraron ganas de casarme con ella. Estoy loco de remate. Ni siquiera me gustaba mucho, pero nada más verla me enamoré locamente.
Salinger
Realmente creo que tan solo en las lenguas romances uno es capaz de relacionarse de forma madura.
Shelley Winters