Recuerdo que era una persona angelical que siempre perdonaba. Siempre trató de guardar el miedo dentro y no mostrárnoslo. (sobre su madre)
Madonna
La palabra perro no muerde.
Alfred Korzybski
Un piloto es como una bombilla. Cuando se funde, se cambia.
Enzo Ferrari
Tal vez temía que ese grandioso amor, que había resistido tantas pruebas, no pudiera sobrevivir a la más terrible de todas: la convivencia.
Isabel Allende
Si, si llamas cálculo a mi ansia de conservar tu amor; si eso es calcular, soy avara, pero con una avaricia loca.
Jacinto Octavio Picón
Más numerosos que los cabellos de mi cabeza son los que me odian sin motivo.
Jesús de Nazaret
Cada escritor crea a sus precursores.
Jorge Luis Borges
El peronismo no es ni bueno ni es malo, es incorregible.
Todo el mundo, sin importar lo fanáticos que sean a la hora de difamar y luchar contra el capitalismo, implícitamente lo homenajean al demandar apasionadamente sus productos.
Ludwig von Mises
No sé exactamente que debemos creer, pero debemos creer. El s.XVIII no hizo más que negar. El espíritu humano vive de sus creencias. Adquirid fe a través del cristianismo o de la filosofía alemana, o simplemente del entusiasmo, pero creed en algo.
Madame de Staël
Amonestar vuestras esposas con amabilidad.
Mahoma
Rostros de arcángeles se desploman como guijarros de cristal.
Marlene Pasini
Jamás busques la respuesta en los lugares que no existen.
Proverbio Chino
El Rey es una buena persona, que siempre está atenta a todo. Es muy humilde. Me gusta el Rey que tenemos. Me transmite mucha tranquilidad porque su imagen es de humildad y parece una persona muy normal. Esa sencillez suya se agradece mucho.
Rafael Nadal
Es evidente que existen otros mundos, eso seguro; pero, como ya he dicho muchas veces, esos otros mundos están en el nuestro, residen en la tierra y precisamente en el centro de la cúpula del Museo Dalí, donde está todo el nuevo mundo insospechado y alucinante del surrealismo.
Salvador Dalí
Mi prisión será mi tumba antes de ceder un ápice; pues mi conciencia no se debe a ningún mortal.
William Penn