Ser totalmente comprensivo le hace a uno indulgente.
Madame de Staël
Lo malo es que las máximas se escriben para los demás y raramente para sí mismo.
Abel Dufresne
El ser humano no hace nada que no sea por necesidad.
Aristóteles
No tiene sentido estar apegado exclusivamente a esta vida, ya que por muy larga que sea, no podemos vivir más de determinada cantidad de años. Por eso no importa cuánta riqueza o recursos acumulemos en esta vida. En ese momento no nos servirán de nada.
Dalai Lama
El demonio del mal es uno de los instintos primeros del corazón humano.
Edgar Allan Poe
Misterio, palabra de la que nos servimos para engañar a los demás, para hacerles creer que somos más profundos que ellos.
Emil Cioran
Es una carga demasiado pesada para un solo corazón sufrir por dos.
Eurípides
Reuniros a las tropas de mi mando, contribuid vosotros mismos a libertaros; reuníos pronto y marchad sobre el miserable resto de bandidos que profana nuestro territorio.
Francisco de Paula Santander
El arte, la más inútil de las inutilidades a los ojos del positivismo, reclama, como si fuera una planta exótica en la humanidad, coyunturas favorables para aclimatarse.
Franz Liszt
Hay que estar acostumbrado a vivir en las montañas, y ver a nuestros pies la miserable charlatanería de egoísmo de los pueblos desarrollados.
Friedrich Nietzsche
Si pudiera darte un pensamiento que te conviene llevar contigo todos los días al baño sería el siguiente: Medita en tus momentos libres.
Henry Miller
Lo más importante, sin embargo, es el hecho de que nunca he trabajado por dinero. Me gusta la comodidad del dinero, pero nunca he trabajado por ello.
Ray Kroc
Con tu amor siento ganas en los cinco sentidos.
Rosana
En grandes porfías, la verdad se pierde.
Séneca
La alternativa que se ofrecía a la población era adoptar la nueva fe con entusiasmo o someterse a ella por miedo al sufrimiento. La presión era tal que nadie podía superarla. Pero las reacciones fueron distintas: unos se negaron (y aceptaron morir), mientras que otros se sometieron (y aceptaron matar).
Tzvetan Todorov
Los mosquitos mueren entre aplausos.
Woody Allen