Toda mujer posee un derecho intrínseco e inalienable en tanto que ser humano, de trabajar como desee y de administrar a su antojo sus ganancias.
Lysander Spooner
La guerra moderna destruye con el máximo de eficiencia y el máximo de indiscriminación, y en consecuencia, implica injusticias mucho más numerosas y mucho más graves que las que se pretendan enmendar. Las guerras no concluyen con las guerras; las más de las veces terminan por una paz injusta, que hace inevitable otra guerra de venganza.
Aldous Huxley
El silencio no tiene límites para mí; los límites los pone la palabra.
Alejandro Jodorowsky
No se conoce el que es necio siendo sufrido y callado.
Alonso de Barros
Es dudoso que el género humano logre crear un enigma que el mismo ingenio humano no resuelva.
Edgar Allan Poe
Hubo una época en que mi amor por ti estaba en labios de todo el mundo, y ese sentimiento no ha variado en absoluto. Eres la mujer a la que amo.
Eiji Yoshikawa
Cuando la muerte se aproxima, los viejos encuentran que la vejez ya no es una carga.
Eurípides
Es precisamente al considerar al hombre como un animal cuando nos damos cuenta de que no es un animal como los demás.
Gilbert Keith Chesterton
El primer principio del pensamiento único es tanto más fuerte cuanto un marxista distraído no renegaría de él en absoluto: lo económico prima sobre lo político.
Ignacio Ramonet
Yo no sé si pueda volver a encontrarte, amor si Dios no me quiere en tu eternidad.
Indio Solari
Nunca cuentes antes de hora tu decisión.
John Selden
Debemos perdonar siempre, recordando que nosotros mismos hemos necesitado el perdón. Tenemos necesidad de ser perdonados mucho más a menudo que de perdonar.
Juan Pablo II
Si hay un mejor desempeño por un hombre en la historia del cine en Estados Unidos, no sé lo que es.
Marlon Brando
La creatividad es una palabra pomposa por el trabajo que tengo que hacer entre hoy y el martes.
Ray Kroc
Cuando alguien asume un cargo público debe considerarse a sí mismo como propiedad pública.
Thomas Jefferson
Creo que lloramos para liberar nuestra parte animal sin perder nuestra humanidad,
Veronica Roth