Cuanto más dinero entra, más inestable te sientes, porque tienes miedo de perderlo.
Luis Gordillo
Somos simples sombras que nacen y mueren porque sí.
Alejandro Dolina
Partir es morir un poco.
Anónimo
Hubo una sospecha aquí, entonces, mi mujer enseguida cogió y nos fuimos para Nueva York. Allí me enteré de noticas muy feas, que no era para alarmar tanto. Alarmaban a mis niños, a mi familia y todo esto me afectaba.
Camarón de la Isla
Un artista, un hombre de ciencia, no tiene nacionalidad. Un cantor tampoco, es de todos, y su patria es donde oye aplausos. Pero ya que insiste: soy uruguayo, nacido en Tacuarembó. El Telégrafo de Paysandú, Uruguay, 25 de octubre de 1933
Carlos Gardel
Dios, al nacer nosotros, nos dio por cuna el corazón de una madre.
Enrique Lacordaire
Me maravillo de lo que he conseguido no ver.
Fernando Pessoa
La fase de civilización en la que se encuentra este pueblo está aun muy lejos de la que hemos alcanzado en Europa. No existe en el Perú ningún instituto para la educación de uno u otro sexo.
Flora Tristan
El recuerdo de los pensamientos no es más que un ramo pequeño para nuestras ilusiones.
Francis Picabia
He dejado de ser promiscuo. He dejado de tener sexo y he comenzado a cultivar tulipanes.
Freddie Mercury
La melancolía no es más que un recuerdo que se ignora.
Gustave Flaubert
Solo el espíritu es real. La carne es una ilusión de los sentidos.
Jack London
El mundo está tan lleno de opiniones como lo está de personas. Y usted sabe qué es una opinión. Uno dice esto, y algún otro dice aquello. Cada cual tiene una opinión, pero la opinión no es la verdad; por lo tanto, no escuche una mera opinión, no importa de quién sea, sino descubra por sí mismo qué es lo verdadero. La opinión puede cambiar de la noche a la mañana, pero no podemos cambiar la verdad.
Jiddu Krishnamurti
La coincidencia de todos los hombres en una misma opinión no daría a ésta un quilate más de verdad.
José Ortega y Gasset
Lo que hay de más sutil en el hombre, es la sexualidad.
Louis-Ferdinand Céline
Bien poco se ha perdido cuando queda la honra.
Voltaire