Argos es siempre atento a su semblante, lince penetrador de lo que piensa, cíñalo bronce o mírelo diamante, que en sus paladiones amor ciego, sin romper muros introduce fuego.
Luis de Góngora
¡Cómo lucha mi amor por asirte! Más si es duro tener que alejarte, ¡mis palabras no deben herirte si mis besos no pueden curarte!
Agustín Acosta
Si tocas una melodía de jazz y las personas no mueven los pies, no la toques más.
Count Basie
Cuando un escritor tiene un bache creativo en su trabajo, por lo general puede ser muy creativo a la hora de encontrar maneras de escapar de él.
Gay Talese
Tiempo: lo que los hombres siempre tratan de matar, pero acaba por matarlos.
Herbert Spencer
No me llegas ni a la altura de las pezuñas.
John Goodman
Un celoso vive haciendo círculos.
Madeleine de Scudéry
El libro que recitas, Fidentino, es mío; pero cuando lo recitas mal, empieza a ser tuyo.
Marcial
Amor y admiración que brotaban de lo más profundo del ser, y se imbricaban en sus raíces primeras o, más aún, como si ambos no fueran más que uno sólo, unidos en el amor y la admiración a sí mismos. El hombre ya no era un ser lejano, inaccesible, encerrado, sino alguien muy próximo y cercano, como una parte de su alma y de su corazón. Un padre y un hijo, un solo espíritu.
Naguib Mahfuz
Tengan miedo si quieren que despierte en ustedes el instinto de lo Bello.
Odysséas Elýtis
De cualquier manera, solo había cuatro personas que sabian de que trataban los beatles realmente.
Paul McCartney
Sujetarse a las reglas de la razón es la verdadera libertad.
Plutarco
Cuando se trata de un mortal es preciso esperar su último día antes de llamarle feliz.
Sófocles
La felicidad siempre tiene un objeto, somos felices por algo, es un sentimiento cuya existencia depende de lo exterior. La alegría, en cambio, no tiene objeto. Te posee sin ningún motivo aparente, en su esencia se parece al sol: arde gracias a la combustión de su propio corazón.
Susanna Tamaro
El hombre honesto no teme la luz ni la oscuridad.
Thomas Fuller
Quiero dar las gracias a mis padres por lo que es posible... y me gustaría dar las gracias a mis hijos por lo que es necesario.
Victor Borge