El amor es fuego que quema sin ser visto.
Luís de Camões
¿Alguna vez has enterrado la nariz en un monte de rizos, deseando quedarte dormido ahí, para siempre?.
Al Pacino
El sexo me parecía rendición, no de la mujer al hombre, sino de la persona al cuerpo, un acto de fe pura, la libertad en la humildad.
Alice Munro
Cuando a tu yo verdadero lo lastiman, se levantan los yo falsos para protegerlo.
Bernardo Stamateas
No hay dos personas en el mundo iguales, y tiene que ser así en la música y en lo que no es música.
Billie Holiday
A juzgar por el brillo de sus ojos, aquel tipejo libidinoso tendría que rezar muchos padrenuestros si se confesase esa semana.
César García Muñoz
El hábito es casi una segunda naturaleza.
Cicerón
No hagas hoy lo que puedas dejar de hacer también mañana.
Fernando Pessoa
Nunca el hombre es tan ridículo por las cualidades que tiene, como por aquellas que cree tener.
François de La Rochefoucauld
No se puede imitar lo que se quiere crear.
Georges Braque
Todos mis descubrimientos han sido respuestas a mis oraciones. Tomo mi telescopio y observo el espacio, lo que se encuentra a millones de kilómetros de distancia. No obstante, entro a mi habitación y, por medio de la oración, puedo acercarme más a Dios y al Cielo que si contara con todos los telescopios que hay en la Tierra.
Isaac Newton
Si antes de cada acción pudiésemos prever todas sus consecuencias, nos pusiésemos a pensar en ellas seriamente, primero en las consecuencias inmediatas, después, las probables, más tarde las posibles, luego las imaginables, no llegaríamos siquiera a movernos de donde el primer pensamiento nos hubiera hecho detenernos.
José Saramago
No es conveniente diseminar los ataques, sino, antes al contrario reunirlos.
Marlene Dietrich
- ¡Oh, vamos! -susurraron entre ellas-. Sigue siendo tan amante del amor como siempre...Ése parece ser su gran defecto. Se va a meter en líos.
Murasaki Shikibu
Mi principal motivación esta en la tinta, la fama no me cambió, ¡Eres tú quien mira de forma distinta!
Nach
Buscando el bien de nuestros semejantes, encontraremos el nuestro.
Platón