Sólo sabemos invocar como niños el frío por miedo de irnos solos a la sombra del tiempo.
Luis Cernuda
Lo que más ávidamente amamos: lo pintoresco y lo imprevisto.
Azorín
Ustedes hagan la ley, que yo haré el reglamento.
Conde de Romanones
Ninguna religión puede siempre seguir manteniendo su pureza cuando la iglesia se convierte en vasallo servil del Estado.
Felix Adler
Este mundo, eternamente imperfecto, imagen, e imagen imperfecta, de una contradicción eterna.
Friedrich Nietzsche
La simplicidad es lo más difícil de conseguir en este mundo, es el último límite de la experiencia y el último esfuerzo del genio.
George Sand
Señor primer ministro gracias por su presentación. Gracias por ser un anfitrión tan excelente de la cumbre de la OPEP. Aprecio... Quiero decir la cumbre de APEC. Me ha invitado a la cumbre de la OPEP el año que viene. La cumbre de APEC.
George W. Bush
Las cosas no cambian; cambiamos nosotros.
Henry David Thoreau
Quiero inclinarme en las noches cuando son muchos los que aman la tierra y verás una estrellas es la vida.
Jens August Schade
Si uno es escritor, se encuentra con el problema de que, cuando uno intenta dejar de pensar en la novela que tiene entre manos, la imaginación sigue en movimiento, es imposible detenerla.
John Irving
Un sistema no es otra cosa que la subordinación de todos los aspectos del universo a uno cualquiera de ellos.
Jorge Luis Borges
Ya están vestidos, ya se van por la calle. Y es sólo entonces cuando están muertos, cuando están vestidos, que la ciudad los recupera hipócrita y les impone los deberes cotidianos.
Julio Cortázar
Era tan encantadora, tan culta, tan divertida. Reúne las 3 cualidades de una esposa soñada: linaje, inteligencia y belleza.
Laurence Olivier
El destino es aquel insólito al que recurrimos cuando no queremos tomar responsabilidades.
Nelson Damian Cabral
Gemido de animal feroz enamorado, este cantar de cantares es la eterna canción, la eterna canción que nos enseñó alguien en los primeros tiempos y aún cantamos...
Pablo de Rokha
¡Oh! Te has ido, te has ido, amada, en una tarde de invierno y mi corazón es una flor marchita hoja de un poema viejo hace tiempo arrugada echada al cesto o debajo de la mesa.
Tristan Tzara