Tú justificas mi existencia: si no te conozco, no he vivido; si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido.
Luis Cernuda
Un puñado de paciencia vale más que un balde de sesos.
Anónimo
Conoces todas las palabras-talismán. Democracia, patriotismo, régimen de derecho, separación de poderes, sociedad civil, renovación moral. Lo peligroso es que crees en ellas.
Carlos Fuentes
La ley es, pues, la distinción de las cosas justas e injustas, expresada con arreglo a aquella antiquísima y primera naturaleza de las cosas.
Cicerón
La Decadencia es la pérdida total de inconsciencia; porque la inconsciencia es el fundamento de la vida.
Fernando Pessoa
La busca de la soledad es una tendencia de nuestro tiempo; antes, y desde su aparición sobre la tierra, el hombre sólo ha buscado no estar solo.
Gregorio Marañón
Un tonto es aquel que convierte aquello que no entiende en un chiste.
Helena Bonham Carter
Aquella alma que pueda ser sincera es la del hombre perfecto.
John Fletcher
Aquéllos que luchan por la libre empresa y por la competición libre no defienden los intereses de aquéllos que son ricos hoy. Ellos quieren que se deje libertad a hombres desconocidos que serán los emprendedores del mañana.
Ludwig von Mises
Queremos reafirmar la imagen plana. Estamos a favor de las formas planas porque destruyen la ilusión y revelan la verdad.
Mark Rothko
Haz hincapié en la idea de abundancia. Pensar en la abundancia contribuye a generar abundancia.
Norman Vincent Peale
De modo que esa es la diferencia entre contar una historia y estar dentro de una historia -pensó como atontado-: el miedo.
Patrick Rothfuss
El mercado quiere expertos y asume que un profesional no puede ser un experto en muchos campos.
Raimon Samsó
El pintor persigue la línea y el color, pero su fin es la Poesía.
Rembrandt
Hoy no lució la estrella de tus ojos. Náufrago de mí mismo, húmedo del brazo de las ondas, llego a la arena de tu cuerpo en que mi propia voz nombra mi nombre, en que todo es dorado y azul como un día nuevo y como las espigas herméticas, perfectas y calladas.
Salvador Novo
Desperté de la enfermedad a los cuarenta y cinco años, sereno, cuerdo y en bastante buen estado de salud, a no ser por un hígado algo resentido y ese aspecto de llevar la carne de prestado que tienen todos los que sobreviven a la enfermedad...
William Burroughs