Estoy ardiendo, ahora sí que estoy ardiendo, de dolor y de vergüenza porque jugué con tu fuego y se me ha ido de la piel a lo más hondo tu terrible quemadura.
Luis Alfredo Arango
Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad.
Albert Einstein
Lo prudente es elegir el terreno en que pueda uno pisar fuerte, y después hacerse respetar y temer, y, si es posible, tratar a los demás a puntapiés.
Ángel Ganivet
La sabiduría es el pilar del reino.
Cristina De Suecia
Para proteger a las ovejas hay que cazar al lobo y solo un lobo puede hacerlo.
Denzel Washington
Hideyoshi, modesto, sutil y complejo; Ieyasu, sereno, paciente y calculador. Sus filosofías divergentes han sido recordadas durante largo tiempo por los japoneses en unos versos que conocen todos los escolares: ¿Qué hacer si el pájaro no canta? Nobunaga responde: ¡Mátalo! Hideyoshi responde: Haz que quiera cantar. Ieyasu responde: Espera.
Eiji Yoshikawa
El deber del superviviente es dar testimonio de lo que ocurrió, hay que advertir a la gente de que estas cosas pueden suceder, que el mal puede desencadenarse. El odio racial, la violencia y las idolatrías todavía proliferan.
Elie Wiesel
El levantamiento militar del 18 de julio traslada la lucha de clases al campo de batalla.
Felipe González
Pensamos según nuestra naturaleza, hablamos conforme a las reglas y obramos de acuerdo con la costumbre.
Francis Bacon
Sólo los grandes hombres pueden tener grandes defectos.
François de La Rochefoucauld
A ti no te conozco, pero tú estás en mí porque me vas buscando.
Gonzalo Rojas
Solamente el individuo que no se encuentra atrapado en la sociedad puede influir en ella de manera fundamental.
Jiddu Krishnamurti
A menos que creáis en vosotros mismos, nadie lo hará; éste es el consejo que conduce al éxito.
John D. Rockefeller
En la vida real no hay finales felices, ni finales tristes. Solo existen los nuevos comienzos.
Mario Casas
Que fácil es empujar a la gente... Pero que difícil guiarla.
Rabindranath Tagore
La influencia que la vida de una persona ejerce sobre la de otra es incalculable.
Ralph Bunche