Llegué siempre tarde y me sigo nutriendo de urgente futuro de tiempo inexplorado de riesgos y esperas como si fuera cierto que renacieran los días.
Luis Alfredo Arango
Pensad que hasta para ser dichoso hay que acostumbrarse.
André Chénier
Lo más frustrante de ser viejo es que ya sabes todas las respuestas, pero nadie te pregunta.
Anónimo
Ben Hur no fue un héroe, sino una víctima, que sobrevivió y, además, un buen conductor de carros.
Charlton Heston
El verdadero dolor es incompatible con la esperanza. Por muy grande que sea ese dolor, la esperanza aún se alza a cien codos más arriba.
Conde de Lautréamont
Aquí he venido a dar por accidente para afrontar la existencia y azar que lleva el náufrago de sus anhelos y la tempestad.
Fernando Delgadillo
Aureliano Segundo resolvió que había que llevarla a la casa y protegerla, pero su buen propósito fue frustrado por la inquebrantable intransigencia de Rebeca, que había necesitado muchos años de sufrimiendo y miseria para conquistar los privilegios de la soledad, y no estaba dispuesta a renunciar a ellos a cambio de una vejez perturbada por los falsos encantos de la misericordia.
Gabriel García Márquez
Nadie sabe lo que pesa la carga ajena.
George Herbert
En todo matrimonio hay, por lo menos, un necio.
Henry Fielding
El trozo de mujer con crema suelta al oído palabras largas como una mano en mugrientas greñas. Y tú en las sombras estás solo, sobre la sábana denudo, como un signo zodiacal.
Joseph Brodsky
La soledad es la causa de muchos excesos de la teoría del conocimiento.
Juan Benet
Hay un cielo, mujer, en tus brazos; siento de dicha el corazón opreso... ¡Oh! ¡Sosténme en la vida de tus brazos para que no me mates con tu beso!
Manuel M. Flores
Nosotros no somos responsables de lo que acabamos siendo, sólo cuando has entendido eso puedes ser libre, y hacerse adulta es hacerse libre.
Mia Wasikowska
El aristócrata es un demócrata que ha hecho carrera.
Pierre Decourcelle
¿Por qué un hombre pasa los días sentados detrás de un escritorio, haciendo girar sus pulgares para pasar el tiempo?
Soichiro Honda
Acuérdome de aquellos abetos negros y altísimos, cuyas delgadas cimas yo creía que rozaban el cielo. Era una infantil ignorancia; ahora, empero, ¡cuán poco placer me reporta el saber que estoy mucho más lejos del cielo que cuando yo era niño!
Thomas Hood