Yo escribo este poema, que no debía escribir, en el cuaderno de la naturaleza atónita, con tinta usurpada a la noche, arrastrando niebla suspirante.
Luis Alberto Costales
Todo el mundo tiene corazón, excepto algunas personas.
Bette Davis
Cuando nacen, nadie te explica que acabarán haciendo lo mismo que tú a su edad.
Carlos Ruiz Zafón
Creo que es más importante analizar mucho más lo que hacemos que lo que decimos los dirigentes políticos.
Cristina Fernández De Kirchner
En un contexto religioso, igualdad significó que todos somos hijos de Dios, que todos compartimos la misma sustancia humano-divina, que todos somos uno.
Erich Fromm
Las almas bellas son las únicas que saben todo lo que hay de grande en la bondad.
François Fénelon
Corramos riesgos calculados, lo cual es diferente de mostrarnos temerarios.
George Patton
La razón por la que los hombres entran en la sociedad es para preservar su propiedad.
John Locke
No hay virtud más eminente que el hacer sencillamente lo que tenernos que hacer.
José María Pemán
La anarquía es el orden.
Pierre Joseph Proudhon
Estamos tan de prisa siempre que nunca tenemos oportunidad de hablar. El resultado es la superficialidad, una monotonía que deja a la persona preguntando años después por lo que pasó, cuando todo se ha ido.
Robert Pirsig
Cuídate mucho de hacer llorar a una mujer, pues Dios cuenta todas sus lágrimas.
Talmud
La mayor enfermedad hoy día no es la lepra ni la tuberculosis sino más bien el sentirse no querido, no cuidado y abandonado por todos. El mayor mal es la falta de amor y caridad, la terrible indiferencia hacia nuestro vecino que vive al lado de la calle, asaltado por la explotación, corrupción, pobreza y enfermedad.
Teresa de Calcuta
Es también de los paganos romanos de quienes los Papas han recibido el nombre y el poder de PONTTIFEX MAXIMUS.
Thomas Hobbes
Mi vida es la música y la música soy yo, no hay hueco para ti cariño. Ya lo he dicho to'.
ToteKing
Cuando vivimos un auténticoamor, lo vivimos como para siempre, del mismo modo que reconocemos como verdades eternas aquellas verdades a las que concedemos el valor de tales.
Viktor Frankl