¡Ah, sí! Es preciso entender esta especial psicología de los locos, por la cual, fíjese, se puede estar incluso seguro de que un loco nota, puede notar perfectamente un disfraz delante de él, y tenerlo por tal; y, sí, señores, sin embargo, creer en él; igual que hacen los niños, para los cuales es a la vez juego y realidad.