El pensador religioso honrado es como uno que baila en la cuerda floja. Al parecer, camina en el mero aire. Su suelo es el más estrecho que pueda pensarse. Y sin embargo se puede caminar realmente en él.
Ludwig Wittgenstein
Si usted está equivocado, admítalo rápida y enfáticamente.
Dale Carnegie
Mirá pibe. Si Beethoven hubiera nacido en Tacuarembó, hubiera llegado a ser director de la banda del pueblo.
Eduardo Galeano
Digno o indigno de su fin, el periódico es siempre conciencia, razón y opinión pública.
Eugenio María de Hostos
El consejo del escarmiento las más de las veces llega tarde.
Francisco de Quevedo
Aniquilar a la oposición, aniquilar las pasiones, es aniquilar al ser humano.
Friedrich Nietzsche
El hombre necesario del porvenir ha debido hallarse siempre en contradicción con su época.
Podrían engendrarse hijos educados, si lo estuvieran sus padres.
Goethe
Conoceremos el estado del amor solo cuando los celos, la envidia, la posesión y el dominio terminen. Mientras haya posesividad, no hay amor.
Jiddu Krishnamurti
Los problemas son como un perro sarnoso callejero... juega con él una vez, y te seguirá a casa.
Josh Homme
Contra Franco estábamos mejor.
Manuel Vázquez Montalbán
Un entrenador qué debería hacer, ¿habilitar los entrenamientos o hacerlos privados? La respuesta es obvia: hacerlos privados. Si uno los hace privados, sabe que lastima profesiones ajenas pero protege la propia.
Marcelo Bielsa
Tengo el deber de informarle que Pancho Villa se encuentra en todas partes y en ninguna a la vez.
Pancho Villa
Ni en burlas parezcáis al temeroso, pues nunca fue seguro parecerlo, así como jamás dejó de serlo el parecer valiente y animoso; y si estuviese en serlo el ser medroso tened aviso grande en conocerlo, que suele disfrazarse el miedo helado alguna vez con máscara de osado.
Pedro de Oña
Ser joven y no ser revolucionario, es una contradicción hasta biológica (citado en El arte de hablar y escribir: Experiencias y recomendaciones).
Salvador Allende
Si os sujetáis a la naturaleza, nunca seréis pobres; si os sujetáis a la opinión, nunca seréis ricos.
Séneca