Los diplomáticos ven con las orejas; el aire, no la luz, es su elemento. Por esta razón prefieren la calma y la oscuridad.
Ludwig Börne
Nadie se conoce a sí mismo hasta tanto no ha sufrido.
Alfred de Musset
Las palabras no nacen amarradas, saltan, se besan, se disuelven, en el cielo libre apenas un dibujo, son auténticas, amplias, puras, insuperables.
Carlos Drummond de Andrade
Para llegar a cualquier cosa que te propongas hace falta primero la ambición y luego el talento, el conocimiento y, finalmente, la oportunidad.
Carlos Ruiz Zafón
Desde que me subí al avión y vi la bandera de México me emocioné mucho. Yo buscaba a México, yo creía en México sin conocerlo.
Chavela Vargas
Todas las cosas humanas cuelgan de cuerdas delgadas.
Edmund Waller
Cuando hacemos alguna reverencia profunda a alguien, damos siempre la espalda a otro.
Ferdinando Galiani
Que la soledad, la oración y el sacrificio sean la fuente de nuestro apostolado.
Francisco Palau y Quer
No veo que la genética ofenda a los dioses porque no pienso que haya dioses de ningún tipo allá arriba.
James Watson
Vemos a los clientes como invitados a una fiesta y nosotros somos los anfitriones.
Jeff Bezos
El pretendido hilo de fraternidad que debe unir a los hombres sólo puede ser imaginado por el débil, pues no es natural que el fuerte, que no tiene necesidad de nada, haya podido dar existencia a esta fraternidad.
Marqués de Sade
Si los extraterrestes no van a venir aquí, nosotros iremos para allá
Paul Allen
Cómo es posible que los gobiernos democráticos de América Latina se reunan con un presidente elegido por los paramilitares, por la mafia y por un asesino.
Piedad Córdoba
Siempre lamento la desaparición de cualquier lengua, puesto que las lenguas son el pedigrí de las naciones.
Samuel Johnson
Quizás no sabemos qué es amar, y no me espantaré mucho; porque no está en el mayor gusto, sino en la mayor determinación de desear en todo a Dios y procurar en cuanto pudiéremos, no ofenderle.
Teresa de Jesús
Me atreveré a todo lo que pueda hacer un hombre. Quien se atreva a más es insensato.
William Shakespeare