Alguien que ama no insulta ni maltrata.
Lucía Extebarria
Una mística flor, técnica y fría, que el pomo de colores, semillero de seres planos que el dibujo alienta, si bien terrestre, de un trasmundo viene.
Alfonsina Storni
Porque crees que me has comprendido has dejado de comprenderme.
Antonio Porchia
Como yo siempre estoy trabajando, mis mejores recuerdos de vacaciones son definitivamente cuando puedo ir a casa y pasar tiempo con mi familia.
Chris Brown
Sabés, dijiste nunca fui tan feliz como esta noche. Nunca. Y me lo dijiste en el mismo momento en que yo decidía no decirte, sabés, seguramente me engaño pero creo, pero ésta me parece, la noche más hermosa de mi vida.
Idea Vilariño
Es curioso pero alguna güevonada queda.
Jaime Garzón
Es mediante la actualización y la expresión de los sentimientos que la persona en duelo se puede sentir aliviada y liberada.
Jorge Bucay
Tú sueñas con las flores de otras praderas, nacidas bajo cielos desconocidos, al soplo fecundante de primaveras, que avivando las llamas de tus sentidos, engendren en tu alma nuevas quimeras.
Julián del Casal
A veces hace falta un ramalazo de locura para construir un destino.
Marguerite Yourcenar
No confundas la paciencia, coraje de la virtud, con la estúpida indolencia del que se da por vencido.
Mariano Aguiló
Mirar las estrellas es como retroceder en el tiempo, ya que algunas de ellas están tan lejos que su luz necesita millones de años para llegar hasta nosotros.
Nicholas Sparks
Las profecías son una payasada, pero se pueden usar perfectamente para influir en los estúpidos.
Orhan Pamuk
Cuando estás solucionando un problema, no te preocupes. Ahora, después de que has resuelto el problema es el momento de preocuparse.
Richard Feynman
La obra del olvido prueba que recordar es fácil y olvidar difícil.
Roberto Juarroz
Ni una cosa ni otra ha de hacerse, pues ambas son viciosas: fiar de todos y no fiar de nadie; ahora bien, yo te diría que el primero de estos extremos viciosos es más noble, aunque el segundo sea más seguro.
Séneca
Como el arado obedece las palabras, Dios recompensa las plegarias.
William Blake