Lucha Reyes, ya no se pertenece a si misma, si no se pertenece a su público y a su Perú, nada más.
Lucha Reyes
La sinfonía sacra de los seres, los vientos, los bosques y las aguas, en el lenguaje mudo de tus ojos que, mirándome, hablan.
Almafuerte
Mi obra propone conducir los sentidos hacia los aspectos que trascienden lo aparente.
César Fernández García
Aquí hay una de las pocas claves efectivas del problema de diseño: la habilidad del diseñador de reconocer tantas limitaciones como sea posible, su deseo y entusiasmo por trabajar con estas limitaciones, las limitaciones de costo, tamaño, resistencia, equilibrio, superficie, tiempo, etc.; cada problema tiene su propia lista particular.
Charles Eames
Darle la ciudad no es decisión mía ni la de alguno de sus habitantes; hemos decidido por nuestra propia voluntad el combatir, y no salvar la vida.
Constantino XI
Amo al que no retiene para si una gota de espíritu.
Friedrich Nietzsche
Cada pérdida supuso una lección.
Jessica Lange
Parecía un niño de cinco años con un revólver en las manos.
Jesús Gil y Gil
A vencer o morir por la Argentina.
Mario Roberto Santucho
¡Qué sencilla es la muerte: qué sencilla, pero qué injustamente arrebatada! No sabe andar despacio, y acuchilla cuando menos se espera su turbia cuchillada.
Miguel Hernández
Justo en el momento del peligro, pero no antes, a Dios y al médico adoramos por igual; una vez pasado el peligro, por igual se lo pagamos: Dios olvidado, y el médico desdeñado.
Noah Gordon
Insisto en que todo sucede por una razón, incluso cuando no somos lo suficiente sabios para verlo.
Oprah Winfrey
Ya es tiempo de que los prejuicios acaben, de que la sociedad se establezca sobre bases más sólidas, más naturales, más sabias, más justas y más nobles.
Pancho Villa
Todo muere -repuso ella, hablando siempre para el príncipe Lír-. Es bueno que todo muera. Quiero morir cuando mueras tú. No dejes que me hechice, no permitas que me haga inmortal. No soy una unicornio, no soy una criatura mágica. Soy humana, y te quiero.
Peter S. Beagle
El vidrio del ojo de buey estaba roto, y por allí se colaban ráfagas de viento que hacían bailar la lengua amarilla de una candela sujeta en una palmatoria al muro.
Roberto Arlt
Son tus ojos los que busco, son tus labios los que quiero ver sonreír.
Violeta Parra