En todos los lugares del mundo moderno hay abandono, la necesidad de ser reconocidos, que no está satisfecha. El arte es una forma de reconocerse a uno mismo, razón por la cual, siempre será moderno.
Louise Bourgeois
Es un problema de estudio para la psicología patológica determinar por qué la gente, generalmente desinteresada por los problemas científicos, enloquece repentinamente de entusiasmo por la teoría de la relatividad.
Albert Einstein
Ningún régimen ha apreciado a los grandes escritores, sólo a los mediocres.
Aleksandr Solzhenitsyn
Es extraordinario cómo pasamos por la vida con los ojos entrecerrados, los oídos entorpecidos, los pensamientos aletargados.
Antonio Muñoz Molina
La verídica poesía es uno de los medios privilegiados entre el inconsciente del poeta y ese objeto escrito y oral que es el poema, el cual pasa a producirse en la realidad externa y es una de las expresiones del inconsciente.
Armando Uribe Arce
La buena música es la que te dice cosas, suena bien y no transforma a los que la escuchan en completos pelotudos.
Charly García
Todos sabemos que hay dos tipos de energía: la contagiosa y la absorbente.
Esteban Navarro
Puesto que nuestro destino final es un agujero, ¡vivir intensamente!
Frédéric Dard
Creo en mi corazón, siempre pero nunca vaciado.
Gabriela Mistral
Está haciendo un arbitraje Poncio Pilatos.
Jorge Valdano
El ángel de los sueños te ha besado para dejarte amor sentido y musical y cuyos sones de tristeza llegan al alma mía, como celestes miradas en esta niebla de profunda soledad.
José María Eguren
Padre e hijo no se amaban, ni poco ni mucho: simplemente se veían todos los días.
José Saramago
Si puedes bromear sobre algo muy importante es que has alcanzado la libertad.
Maurice Béjart
Jamás seré técnico de fútbol. Sé que ser entrenador es complicado y no deseo complicarme la vida con eso, además no puedo aspirar a tener una carrera como la que tuve como jugador, eso es inalcanzable.
Pelé
Como el aire al pájaro o el agua al pez, así el desprecio al despreciable.
William Blake
¡Fragilidad, tienes nombre de mujer!
William Shakespeare