¡Ah! ¡Divertirse con su muerte mientras la fabrica, eso es el Hombre, Ferdinand!
Louis-Ferdinand Céline
Una mujer no comienza a mostrar su edad hasta que empieza a ocultarla.
André Gide
Entra una nueva pena y las viejas penas de la casa la reciben calladas, no muertas.
Antonio Porchia
El espíritu puro es una pura estupidez: si quitamos de la cuenta el sistema nervioso y los sentidos, la envoltura mortal, erramos el cálculo...
Friedrich Nietzsche
La libertad es una tarea, no un producto biológico como las arrugas.
José Antonio Marina
El verdadero hombre no mira de qué lado se vive mejor, sino de qué lado está el deber.
José Martí
Poseo las riquezas infinitas de mi mentesubconsciente. Tengo derecho a ser rico, feliz y a tener éxito. El dinero fluye hacia mí libre, copiosamente y sin límite. Soy siempre consciente de lo que realmente valgo. Permito que otros se beneficien de mi talento generosamente, y recibo maravillosas bendiciones en el aspecto financiero.
Joseph Murphy
He comprendido que somos sordos y ciegos, que venimos de la noche para volver a la noche sin saber nada de nuestro destino.
Julien Green
Hazte digno del amor y este vendrá.
Louisa May Alcott
El Perú ha emitido ya su opinión y nos parece muy correcto como un partido democrático de gente decente y correcta, aceptar que esa es la palabra del pueblo peruano.
Lourdes Flores
Un acto de bondad es por sí mismo un acto de felicidad.
Maurice Maeterlinck
Las tareas de mañana no las puedo hacer hoy, por eso las dejará para mañana, hoy hago las de hoy, y bien hechas.
Og Mandino
Socializar la política es hoy el más atrayente proyecto frente a la privatización que los profesionales del puesto público de los muy diferentes y coincidentes aparatos quieren ir consagrando y llamándolo sarcásticamente una democracia representativa.
Pablo Castellano Cardalliaguet
La baraja es como un pajaro, que si lo apretas demasiado lo matas y si lo sueltas por demás se vuela.
René Lavand
El miedo es la madre de la previsión.
Thomas Hardy
Confiésote sinceramente que jamás miro detenidamente a un mono sin que tenga yo que hacerme luego muy penosas reflexiones.
William Congreve