¿El cine? Lo hago sobre una pantalla, ¡no en la vida!
Louis de Funès
Salgo del portal, quiero morir; tú en la habitación, llorando por mí; tú me has hecho tan feliz, que siempre estaré a tu lado, cuidando de ti.
Amaia Montero
No soy débil, sino fuerte. ¡Te quiero, sí! No me importa decirlo, aunque ayer lo negase. Pero no te necesito. Ahogaré mi cariño dentro de mí, cueste lo que cueste. Sin fe, sin alegría, solo y sin prodigios... Resistiré.
Antonio Buero Vallejo
El temor engendra temor. La fuerza engendra fuerza.
Cheryl Strayed
Cualquier chica del mundo, por muy atractiva, explosiva o despampanante que sea, tiene algo que no puede negar: una vagina. Y resulta que por ley natural las vaginas piden, necesitan, y desean algo que nosotros tenemos: un pene. Por favor, recordadlo cuando estéis temblando de miedo en el momento de acercaros a una mujer.
Egoland
ridículas.
Fernando Pessoa
De todas las borrascas que caen sobre el amor, ninguna lo enfría y lo desarraiga tanto como las peticiones de dinero.
Gustave Flaubert
Finalmente me metí el dedo índice en la boca y empecé a chuparlo. Algo comenzó a moverse en mi cerebro, un pensamiento que se iba abriendo camino allí dentro, un invento completamente loco: ¿Y si lo mordiera? Y sin pensarlo ni un instante cerré los ojos y apreté los dientes.
Knut Hamsun
¿Vale la pena afanarse durante veinte años para llegar a la duda, que crece por sí misma en todas las cabezas inteligentes?
Marguerite Yourcenar
Harpas del tiempo que pulsaron su acorde catedral sobre las montañas de tu alma, manantiales de sol palpitando en las fisuras del abismo.
Marlene Pasini
No siempre están de acuerdo los labios y el corazón.
Pietro Metastasio
No sólo éramos felices... ¡Además lo sabíamos!
Rudyard Kipling
No infravaloro ni a mis enemigos ni a los que me rodean, pues ése es el principio de todos los fracasos.
Santiago Posteguillo
La historia no tiene tiempo para ser justa. Como frío cronista no toma en cuenta más que los resultados.
Stefan Zweig
Las personas tienen que ser disuadidas de golpear hacia fuera sin reflexionar sobre sí mismas.
Theodor Adorno
La sangre joven no obedece un viejo mandato.
William Shakespeare